20 febrero 2006

No creas que volverás a ser joven otra vez

Es tanto el tiempo que pasamos soñando con esos ídolos de papel que son las estrellas del indie pop que, una vez que se materializan ante nuestros ojos, no sabemos si dejarnos llevar por la decepción, el entusiasmo o ambas cosas a la vez. Pero, a pesar de todo, todavía queremos creer en la magia y, en consecuencia, era el entusiasmo lo que nos embargaba en el momento en que Jessica Griffin subió al escenario de la sala El Sol la noche del sábado. Lejos del oropel y la bisutería pop que ha encadilado nuestra imaginación desde The camera loves me (él records, 1988), demostró que no necesita echar mano del pasado para iluminar el presente. Es posible que nunca volvamos a vivir en ese carnaval pop donde los papeles se repartían en el preciso instante en el que el disfraz salía del baúl; pero las canciones siguen estando en el aire y no hay más que estar atento y dejarse llevar por ellas hacia terrenos no exentos de elegancia y gracia compositiva.


Expectación en la sala, históricos indies de la ciudad paseando, saludando, recordando viejas rencillas o haciendo la tradicional negación de saludo... y un centenar de personas curiosas por ver qué ofrecía la leyenda secreta del pop británico. Hay que hacer notar que Would Be Goods, en la actualidad, se encuentran relativamente lejos de los relumbrones que fueron imortalizados en sus dos primeros LPs para él records. El mito venía muy diluído ya que la reaparición de Jessica Griffin con el LP Brief Lives (Matinee, 2002) atenuó aquellas coloristas extravagancias y redujo la dosis de veneno vertida en el colorín pop. Tras la edición de The morning after (Matinee, 2004), y ya totalmente normalizados, Would Be Goods son un apreciable (y apreciado) combo capaz de facturar efectivas canciones, melodiosos ensueños y dulces pasajes para la indie-nation global. Tal vez no seamos tan jóvenes de nuevo pero grupos como éste hacen posible, por un instante un olvido fácil. La dosis de leyenda esperada era, por tanto, la justa.


Y, sin embargo, las noches de los sábados uno no puede evitar dejar llevarse por la emoción de las canciones perfectas. Máxime cuando la formación que pisó las tablas de El Sol era directamente de leyenda. Peter Momtchiloff (Talulah Gosh, Heavenly, Marine Research, Family Way) dejó claras sus dotes como estilista de guitarra jangly, haciendo gala de una actitud maravillosamente cool, paseando un palmito único y dejando constancia de que el indie-pop no es sinónimo ni de falta de carácter ni de ausencia de filo. Completaban la formación Andy Warren (Monochrome Set), preciso y discreto, y una asombrosa Debbie Green (Headoctees y X-Men) que pegaba los tambores con vehemencia mientras hacía unos coros que se elevaban hacia el infinito. Jessica Griffin, por su parte humanizó su papel de diosa de la canción ligera (tal y como la podíamos imaginar escuchando las grabaciones de él) y, con los pies en la tierra, fue capaz de articular un repertorio consecuente. Guiños al pasado hubo, desde luego. Resueltos con estilo, magistral distancia y asombroso vigor; The camera loves me, Cecil Beaton's scrapbook o Velazquez and I desplegaron todo su encanto incluso con una instrumentación absolutamente básica. Para qué engañarnos, uno no puede reprimir un escalofrío de emoción al escuchar los primeros acordes de estas canciones... Canciones que, por otra parte, no son más que pura prestidigitación pop, diseñadas arteramente para hacernos creer en fenómenos sobrenaturales de dudosa consistencia; el que conserven sus facultades década tras década da qué pensar acerca del papel central de la impostura en el terreno de la estética.


La única impostura a la que se entregaron Griffin y los suyos fue la de la efectividad y la discreción. Primando el pop elegante y directo sobre la sofisticación y la arbitrariedad; un refinamiento que entronca con los guiños indies a la nouvelle vague francesa más que con aquel delirante croosover entre el juego de máscaras veneciano y la trepidación del Swinging London con que un apendiz de Andrew Loog Oldham quiso dinamitar las convenciones del pop britanico establecido a mediadios de los ochenta. Elección acertada, por otra parte, ya que donde hace años estaba una cantarina heredera joven y bella secundada por una banda de alegres truhanes, ahora sólo encontramos a una mujer que ronda los cuarenta y despliega una bohemia serenidad no exenta de cotidianeidad. Griffin es capaz así de insuflar vida a su jangle pop de alcurnia sin hacer aspavientos. No, no seremos tan jóvenes es cierto, pero conciertos como el de Would Be Goods el sábado por la noche hace recuperar la fe en el estilo como bálsamo de fierabrás contra la corrosión del tiempo. Pero ¿y esa magia que mencionábamos al principio del post? Desde luego, hubo una magia discreta y evanescente que guarda ecos de otra belleza más convulsa, más delirante e irónica pero también más perecedera. Trágicamente, muchos todavía seguimos obesionados con ese fugaz resplandor que nos hace pedir al maître Death a la carte y echar en falta un cierre mayestático y ridiculamente épico con The last of the pinstriped rebels. No obstante, manías personales aparte, se trató de un concierto hermoso y sofisticado de esos que no se ven más que en momentos especiales y raros de reencuentro con el pasado. Reencuentros en los que, muchas veces, se agradece más la sinceridad amistosa que los juegos de espejos con que una vez nos hicimos creer a nosotros mismos que eramos capaces de volar por la ventana de la buhardilla.


P.S.- No debemos dejar de hacer una mención especial a Elefant por organizar un concierto como éste en tiempos muy poco propicios para rendiciones melódicas. Felicitación doble, además, por tener el detalle de regalar con la entrada un split-sampler compartido con la disquera indie de más predicamento en los últimos tiempos, Fortuna Pop!


Would Be Goods tocaron en la sala El Sol el sábado 18 de febrero de 2006


14 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya, ya ... pero vayamos al grano ... dinos quién fue,quién no saludó a quien, y cuenta cómo han acabado Amelia y Peter.

Anónimo dijo...

Tenia que haber cogido ese tren...

Anónimo dijo...

Me pregunto qué demonios pintaríamos nosotros viendo a John Cale el viernes...

Karpov Shelby dijo...

La verdad es que yo tuve serias tentaciones de ir a ver al Sr. Cale. Pero como ya me olía que la cosa podía ser horrenda aposté al indie canónico.

Al Sr. Tremolino le hubiese dado mucha alegría haber visto a la Srta. Griffin. Todo fue discreto y hermoso; un poco como lo de Keris Howard y Bobby Wratten...

Por cierto, una puntualización sobre la baterista; estuvo en los X-Men, una banda mítica que grabó para Creation alguno de esos legendarios primeros singles (que son de indie y no de soul como dicen por ahí los que no saben) y de la que aquí hay fans. Es decir otra leyenda del indie... Seguro que Federica Chonda nos puede contar más (je, je)

Anónimo dijo...

Pero bueno... ¿es que no nos vas a contar esas rencillas y esos dimes y diretes indies que se vieron en el concierto? Me muero por una crónica del tipo ""Dónde estás Corazón"

Yo iba a ir, pero la noche estaba tan txunga que me quedé en casa. Además, es que el concierto era tan tarde ...

¿Llegaste a hablar con la Griffin y el Montchilof? Sólo me quedé con las ganas de saber si Peter y Amelia se siguen hablando, y de por qué Tender Trap se ha ido de Elefant, y por qué Lupe ya no está con el grupo... vamos, cotilleo puro y duro. Porcierting, ¿quién es el padre de la criatura de Amelia ? ¿DJ Downfall?

El de Monochrome Set como que me da lo mismo (fuera de Bid no me interesa ninguno más)

Los X-Men fueron un grupo menor de la primerísima etapa de Craetion, sin mucha trascendencia e interés.

Eso sí,me pasé por la FNAC y vi un poquito de al actuación de Garzón. Un HORROR.

Vuestra amiga Paca

Karpov Shelby dijo...

Ah, Paca, en realidad lo dimes y diretes son pocos. Era más el ambiente que había... por allí andaban Julio Ruiz y Tanis (con una moderna gorrita todo el rato), Borja y Diana e incluso algunos antiguos amigos tuyos (je, je). Luis y Montse deben haber hecho un pacto con algún demonio porque se conservan igual, igual...

Lupe al parecer se ha ido para dedicarse en cuerpo y alma a Pipas. Lo cual suena raro ¿no? Tampoco ese grupo debe dar tanto trabajo. Con Peter y compañía no hablé. Pero tampoco hubiese tenido el temple de preguntarle si el hijo de Amelia es suyo.

Jessica Griffin es como una profesora y tenías que haber visto qué pantalones de madre llevaba (a eso y solo a eso me refería con lo de la cotidianeidad).

Cotilleo: al parecer algunas disqueras indies han recibido llamadas anónimas amenazantes para que retiren de su discos las composiciones de un polémico artista melódico nacional. De las tres que han sido víctimas de esta acción dos las han retitado y una no.

Si te echas un ojo al Go magazine de este mes (B&S en portada) te vas a reir viendo cómo Kiko Amat reivindica el fanzine Stamp. Si no lo consigues te lo escaneo.

Y los X-Men no están mal, no te pongas ahora severa que no cuela.

Anónimo dijo...

Cuenta tú paca brona, para un desinformado, ¿Montchiloff y Amelia estaban liados? ¿o se mosquearon por diferencias artísticas?.
Yo por mi parte te puedo decir, sin sbaer quien es DJDownfall, que el papa del niño de Amelia debe ser el que se hacía arrumacos con ella cuando les vimos en Murcia como Tender Trap, el segundo por la derecha en esta foto http://www.southern.com/southern/band/MARIR/biog.html
que ilustra un artículo de Calvin Johnson sobre Marine Research.

Anónimo dijo...

¿Hay pruebas gráficas de Tanis con la gorrita moderna? ¿Ya no es moderna la tonsura? ¿No parece más lógico y humano pensar que lo de Amelia fue in-vitro? ¿Alguien va a ir a ver a Dan Tracey a Barcelona? Escanea, please.

Anónimo dijo...

Nuevas canciones de LOS PUNSETES en
myspace.com/lospunsetes

J.

Anónimo dijo...

Y, por cierto, tres canciones chulas y una maqueta muy recoleta:
www.myspace.com/laspulpas

Anónimo dijo...

Va a ser el que viste en Murcia, Botibol, el Downfall este, que me parece que sí que es el padre de la criatura. Oye, un pedazo de concierto y lo que no sé a qué viene es la polémica de los pantalones de la Yesi, que le quedaban muy bien, hombre. Los teloneros tocaron más tiempo que los WBG ¿no?

Anónimo dijo...

Aaaaaaaaaahhhh! Ya me imagino el juego de poderes en la fiesta ... Siesta contra Elefant contra Tanis ... aunque Tanis y Luiscal se llevan bien ... ¡¡¡¡ Qué divertido !!!!

Estos conciertos convergentes son la mar de chulos, porque con esto de que Peter y el Monochrome participan en proyectos de ambas partes, la verdad es que digamos que se ven obligados a verse las caras en momentos así de trágicos.

¿Se saludaron? ¿Guardaron las distancias? ¿Se lanzaron miradas de odio eterno?

Menos mal que aún quedan sellos íntegros y puros ... ¿a que no había nadie de Spicnic?

Anónimo dijo...

La de antes era yo, ¿Eh?

Anónimo dijo...

el Dan Treacy me parece que se va a marcar otra espantada que ni el Gallo...Las canciones ¿nuevas? de los Punsetes ¿son los directos esos que hay colgaos?