La verdad es que esta semana no tengo demasiado que contar. Por eso, antes que hablar de los insoportables Lucky Soul, prefiero inaugurar una sección nueva, aperiódica y discontínua, dedicada a las canciones que me intrigan, fascinan y obsesionan. Y ¿qué mejor que comenzar la serie con esa balada mesmérica que es Il cielo in una stanza?
Sin ser demasiado aficionado a la canción melódica italiana (a pesar de su dramatismo impostado y su tontuna inherente), tengo que reconocer que siempre me ha parecido que esta canción de Gino Paoli tiene una carga importante de misterio. Se trata de una descripción, un poco saturnal, del abandono y la disolución ¿Disolución amorosa? Es posible, pero no necesariamente. La ilusión y la nada se dan cita en la extraña intensidad cadenciosa de la canción de Paoli. A medio camino entre la realidad y el deseo, el sueño y la vigilia, la enajenación y la nada, se trata de un extraña invitación a desaparecer. Una proposición inocente que esconde una intención crepuscular y perversa. Por alguna razón siempre asocio esta canción al disco Desertshore de Nico y a los pocos fotogramas que he visto de su (malrrollista a tope, se intuye) película hermana, La cicatrice interieure de Philippe Garrel.
Por eso, me fascina la imagen de esa jovencísima Mina que, cual sonámbula loca oscila entre la pasión amatoria y el olvido en una extraña escena musical que no hubiese desentonado en Blue Velvet. El vestido blanco inmaculado, coronado sin embargo por esa capita de tul negro, casi alegórica que cubre unos brazos que se adelantan con ansia para abrazar la nada; los extraños músicos tristes vestidos de rojo, al fondo; las asfixiantes plantas artificiales sobre una noche de verano terminal... Y Mina que entrecierra los ojos para, de repente, abrirlos con gesto ido mientras cuenta cómo el universo se consume devorado por una extraña fuerza psíquica. La histeria contenida, la destrucción inminente y el amor caníbal. El mal estético y egoísta de las mejores canciones románticas. Y qué jovencita y qué aspecto de maniaca tiene.
Otra cosa es la versión del Gran Maestro Battiato que da a toda la historia un acento mucho más místico. Con su serenidad oriental y esas gafas oscuras, aparece cegado por la Visión. De vuelta de una inmersión en el Absoluto Relativo de Paoli, Battiato parece haber accedido a un nuevo estado de conocimiento alegórico. No en vano esta versión está incluída en su introspectivo disco Fleurs3, donde parece regresar al fondo de sí mismo a través de las canciones que le convirtieron en lo que es.
Personalmente, esta canción, en ambas lecturas me parece una más que intrigante oda al abandono de uno mismo. Y me sorprendo en más de una ocasión tarareándola como si fuese un extraño mantra. En la versión de Mina, este abandono pasa por la combustión instantánea y varias ascensiones y caídas y tiene un toque a medio camino entre Lynch y Breton,un estilo con el que me siento más identificado. Battiato es demasiado sabio para mi gusto.
Por si ustedes quieren cantar cuando no se puedan dormir les dejo también la letra para que la musiten como quien llama al ángel exterminador o al amor de su vida.
Sin ser demasiado aficionado a la canción melódica italiana (a pesar de su dramatismo impostado y su tontuna inherente), tengo que reconocer que siempre me ha parecido que esta canción de Gino Paoli tiene una carga importante de misterio. Se trata de una descripción, un poco saturnal, del abandono y la disolución ¿Disolución amorosa? Es posible, pero no necesariamente. La ilusión y la nada se dan cita en la extraña intensidad cadenciosa de la canción de Paoli. A medio camino entre la realidad y el deseo, el sueño y la vigilia, la enajenación y la nada, se trata de un extraña invitación a desaparecer. Una proposición inocente que esconde una intención crepuscular y perversa. Por alguna razón siempre asocio esta canción al disco Desertshore de Nico y a los pocos fotogramas que he visto de su (malrrollista a tope, se intuye) película hermana, La cicatrice interieure de Philippe Garrel.
Por eso, me fascina la imagen de esa jovencísima Mina que, cual sonámbula loca oscila entre la pasión amatoria y el olvido en una extraña escena musical que no hubiese desentonado en Blue Velvet. El vestido blanco inmaculado, coronado sin embargo por esa capita de tul negro, casi alegórica que cubre unos brazos que se adelantan con ansia para abrazar la nada; los extraños músicos tristes vestidos de rojo, al fondo; las asfixiantes plantas artificiales sobre una noche de verano terminal... Y Mina que entrecierra los ojos para, de repente, abrirlos con gesto ido mientras cuenta cómo el universo se consume devorado por una extraña fuerza psíquica. La histeria contenida, la destrucción inminente y el amor caníbal. El mal estético y egoísta de las mejores canciones románticas. Y qué jovencita y qué aspecto de maniaca tiene.
Otra cosa es la versión del Gran Maestro Battiato que da a toda la historia un acento mucho más místico. Con su serenidad oriental y esas gafas oscuras, aparece cegado por la Visión. De vuelta de una inmersión en el Absoluto Relativo de Paoli, Battiato parece haber accedido a un nuevo estado de conocimiento alegórico. No en vano esta versión está incluída en su introspectivo disco Fleurs3, donde parece regresar al fondo de sí mismo a través de las canciones que le convirtieron en lo que es.
Personalmente, esta canción, en ambas lecturas me parece una más que intrigante oda al abandono de uno mismo. Y me sorprendo en más de una ocasión tarareándola como si fuese un extraño mantra. En la versión de Mina, este abandono pasa por la combustión instantánea y varias ascensiones y caídas y tiene un toque a medio camino entre Lynch y Breton,un estilo con el que me siento más identificado. Battiato es demasiado sabio para mi gusto.
Por si ustedes quieren cantar cuando no se puedan dormir les dejo también la letra para que la musiten como quien llama al ángel exterminador o al amor de su vida.
Quando sei qui con me
questa stanza non ha più pareti
ma alberi,
alberi infiniti
quando sei qui vicino a me
questo soffitto viola
no, non esiste più.
Io vedo il cielo sopra noi
che restiamo qui
abbandonati
come se non ci fosse più
niente, più niente al mondo.
Suona un'armonica
mi sembra un organo
che vibra per te e per me
su nell'immensità del cielo.
Per te, per me:
nel cielo
15 comentarios:
"balada mesmérica" no salgo de mi asombro, menuda manera de describirla ;-)
Saludos,
Manuel Soleado
Ya sabes que a mí también me pirra Mina, pero no sé si nadie supera la gran interpretación del mismo Gino Paoli, que en este hogar es más que apreciada.
Gafas negras, trajecito existencialista... y claro, esta GRAN canción. La pena es que, por lo que veo, por youtube es todo de su última época, y da mucha penita.
Por cierto, conocimos a un italiano que tocó la batería con Gino en los sesenta. Tenía un restaurante aquí a la vuelta de la esquina. Era un tío raro.
Ay Karpov, Karpov...
¡¡¡ Peazo baladón !!!
Oich!, Creo que me empalaga un poquito.
¿Tienes la reedición de los discos de Nico concentrados en uno? Merece la pena. Tine un "Der Ringen der nibelungen" que no se había publicando antes y que está muuuuy bien.
¿Piensas anunciar tu twitterada o lo tenemos que hacer los demás?
Pd: muy bonito también Parade haciéndose el Gino Paoli
Carolina, de Nico sólo tengo hasta el Desertshore (que me parece su mejor disco de lejos). Pero hace años que decidí dar por cerrado ese expediente.
Discos como The Drama of Exile, The End o las legendarias cintas de ROIR con sus directos creo que aportan muy poco a sus dos obras maestras. Desertshore y Marble Index. Además dan bastante mal rollo.
A mi Nico me cae muy bien y ese final tan chungo que tiene malviviendo dando conciertos para punkies que no entienden nada me da mucha pena y me parece un de las historias más tristes y amargas del rock. En general creo que eligió muy mal pareja y malgastó su talento acompañando a pijos cabeza buque con ínfulas de intelectuales (Lou Reed, Jim Morrison, el propio Garrel).
Señor Amor, lo de Twitter lo anuncié por MySpace pero como estoy en versión beta no he dicho nada aquí. En cualquier caso si quiere apuntarse es: http://twitter.com/karpovshelby
Pues a mi de Nico el que me obsesiona es el "Chelsea girl".
Y respecto a "il cielo en una stanza" tampoco es despreciable la version de Carla Bruni.
Aunque la de Mina la he votado siempre como una de mis all time favourites, me estremece absolutamente.
Una "reedición de discos concentrados en uno" ¿es los que algunos llaman recopilatorio?
Jey, Karpov, gracias por poner a Battiato. ¡Viva Franco!
Twitter... Karpov casi en tiempo real... así que esto era el futuro.
Bravo por esta nueva sección, y qué post tan bonito para inaugurarla. El youtube de Mina me tiene ojiplático. Y lo del Desertshore, pues ni te cuento...
A mi tambien me parece una canción inquietante. Cade vez que la escucho me pone los pelos de punta.
Esta canción me recuerda siempre a esta poesía:
"Le ciel est, par-dessus le toit,
Si bleu, si calme!
Un arbre, par-dessus le toit
Berce sa palme.
La cloche dans le ciel qu'on voit
Doucement tinte.
Un oiseau sur l'arbre qu'on voit
Chante sa plainte.
Mon Dieu, mon Dieu, la vie est là,
Simple et tranquille.
Cette paisible rumeur-là
Vient de la ville.
- Qu'as-tu fait, ô toi que voilà
Pleurant sans cesse,
Dis, qu'as-tu fait, toi que voilà,
De ta jeunesse ?"
Verlaine
Por la imagen de la habitación descompuesta, por el cielo bajo el techo, por los árboles.
Karpov, de acuerdo en que el final de Nico no es que sea triste, es que es peripatético. Yo reconozco que me compré la reedición por nostalgia más que por otra cosa, porque escuchar ciertas canciones de Nico me deprime y bastante.
De todas formas ahora en casa no hago más que escuchar a los Sonics.
Chirri, no es un reopilatorio, son dos reediciones, y se venden juntas, pero tampoco es una caja.
Aniquilar, aniquila, pero desde una dimensión más cálida que la del fotometrage. Secondo me, sei bravo Karpov! Plego de currar y me iré cantando por los pasillos (oigan, qué sonoridad) il cielo in una stanza. Ahí, aniquilándome, que es gerundio :-D che belleza!
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