24 abril 2007

Miércoles con Federica. Pasado y presente




Y un día te das cuenta que te has hecho mayor. Y que Kasabian, The Fratellis o Bloc Party no te dicen nada. Que la escena musical de 2007 te es indiferente. Y que lees blogs de gente que habla mayoritariamente del pasado como un momento mejor.


Realmente me pregunto si esto último es cierto, si la moda retro de ahora obedece a un estancamiento de ideas, y si el hype de The Pipettes, Puppini Sisters, Draytones o Duke Garwood es fruto de una falta de iniciativas de la juventud actual, que busca lo más fácil y, en este caso, no hay nada más sencillo que copiar esquemas de tiempos mejores, ya se trate de los años 30, 60 u 80. El caso es que últimamente me siento un poco fuera de sitio, y también vivo esta onda de reciclaje y de vuelta al pasado. En cierta medida echaba a la culpa a la edad, aceptando que los años no pasan en balde y que los intereses cambian, pero recapacitando me doy cuenta que el principio del Siglo XXI es, culturalmente, una mierda auténtica. Sigo buscando algo que me despierte de este letargo; savia nueva con ideas revolucionarias que den una vuelta a este estado de complacencia total, pero la verdad es que no encuentro nada.



Quizá lo mejor es, como ocurre en otras ocasiones, echarle la culpa a Internet, a la sobredosis de cosas a las que uno se ve sometido y a la dificultad para ingerir todo de golpe, pero también pienso que esta facilidad para acceder a lo interesante podría haber producido una revolución cultural, en vez de crear una generación de consumistas vagos y copiones, una generación que, en nuestro caso español, nos está pasando ahora factura. Sólo pensar que la gente que ahora debería estar innovando se han criado en la maldita LOGSE, en años de atontamiento del PP, en tiempos de la
“España va Bien”, en una época en donde, prácticamente, no han tenido que luchar NADA para conseguir lo que han querido, me llena de pánico. En el terreno cultural, eso explica la falta de cosas rompedoras, y en el terreno musical, esto afecta tanto a compradores (zombies auténticos del sistema) como a creadores (niñatos anodinos, triunfitos, gentes que no tienen NADA que decir).



Muchas veces me pongo a pensar si es tan difícil componer o hacer algo que llegue al fondo de las personas, que hablen de los problemas que nos rodean, y que no lo hagan de una forma superficial, sino que se pringuen de lo lindo. Pero pronto me doy de bruces con la respuesta. Fernando León no pudo plasmar el agobio que se siente estando en el paro, ni el horror de un barrio obrero en un verano caluroso de Madrid, porque por mucho que lo quiera reflejar, me da la impresión que no ha vivido estas situaciones con toda la intensidad necesaria. Y por mucho que los antes llamados Garzón se las den de revolucionarios, lo único que han conseguido hasta la fecha es una serie de panfletitos pueriles con propuestas chorras y unas canciones de amor y desamor, algo que se encuentra muy lejos de sus supuestos objetivos antisistema.



El caso es que hacerte mayor te ofrece otras perspectivas: la visión de haber vivido otros tiempos, igual más duros que estos que estamos disfrutando ahora. Tiempos en los que estabas deseando que saliera un disco, que alguien lo pusiera en su programa, que llegara a las tiendas de discos para ver la portada, y no limitarnos a apretar una tecla para ver cómo baja de un servidor para almacenarlo con otros 56.000 archivos en MP3. Tiempos en los que el paro era lo normal. Tiempos en los que éramos muchos para lo poco que había que repartir. Tiempos en los que el SIDA y las drogas comenzaban a cebarse con amigos y conocidos. Tiempos en los que teníamos contra lo que rebelarnos. Y lo hacíamos, cada cual a su manera.



Mi desesperación por buscar nuevas vías de escape cultural me han llevado por distintos caminos, cansado ya de buscar una nueva revolución fuera de tendencias retro. Por un lado, me estoy interesando en la música electrónica como nueva vía, y estoy sorprendido por lo mucho que me sorprende el sonido Ninja Tune y los ritmos del llamado “downtempo”. Por otro lado, me he tirado en picado a beber de las fuentes originales. Música de los 60 y 70 que hasta ahora no había entrado en mi vida. Ya no busco nada nuevo de esta juventud descerebrada. Estas generaciones no conocen el significado de la palabra REVOLUCIÓN. Sólo desean que les demos todo hecho, o ir a la vía más directa: copiar esquemas casi literales. Todo sirve: Gang of Four, Clash, Talking Heads o grupos de chicas de los 40, 50 o 60. Pero no les pidamos que produzcan algo nuevo y rompedor, porque eso es ya demasiado.

¡Oh! ¡Qué duro es hacerse mayor!

Federica Pulla


30 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya una columna tan, por decirlo finamente, conservadora. Puede que la música actual no le diga nada a la señorita (¿o era señora?) Federica Pulla, pero de ahí a pensar que esta generación no tiene contra qué rebelarse, que lo tiene más fácil que esos tiempos suyos tan chungos y tan duros (fueron bonitos, ¿eh?), es estar más fuera de la realidad de lo que lo están esos a quien acusa. La paja en el ojo ajeno, vamos.

Por otro lado, me preocupa que la señora (¿o era señorita?) Federica Pulla descubra ahora nuevas vías de escape cultural como la electrónica. Me pregunto si dentro de diez años, mientras sigue quejándose de lo inane de la actividad cultural del presente, no descubrirá a alguna de las bandas que hoy es incapaz de ver porque las ramas no le permiten ver el bosque.

De verdad, hacerse mayor no tiene por qué significar instalarse en la nostalgia. De hecho, creo que no hay nada más peligroso y escapista que la autocomplacencia de quien dice "qué bonito era lo mío".


Venga, Federica, que pareces mi abuela diciéndome eso de "en mis tiempos..." Ayy, ayy...

Anónimo dijo...

Sr. Amor,

No malinterpretes mis palabras. Para nada quiero anclarme en la nostalgia. Sigo buscando cosas nuevas e interesantes.

Deseo que tú cortes las ramas que no me dejan ver el bosque y que me indiques lo que me estoy perdiendo en esta época de - a mi entender - sequía creativa.

Anónimo dijo...

Mal consejero has ido a escoger, Federica. Seguro que los hay mejores, por ejemplo, el señor que regenta este su espacio.


Si he malinterpretado el post, disculpa. Y si mi respuesta llevaba mal tono, era involuntario.

De todas maneras, el downtempo también tiene bastante de saqueo de estilos, ¿no? Lo que pasa es que nos los conocemos menos y nos parece más novedoso. Vamos, digo.

Anónimo dijo...

Federica, la juventud actual está protegida y mimada de más, sí. Pero no por ello las cosas están mejor que hace veinte años, si no preguntale a los millones de jovenes mileuristas (los más afortunados) del país que difícilmente tendrán acceso a una vivienda con sus sueldos de mierda. La sociedad actual no es la de principios de los 80's, pero nada se regala, como siempre. Puede que los más jovenes vivan en otro mundo mientras están bajo la protección de papá y mamá, pero cuando han de salir adelante el futuro está jodido, quizás menos que hace unos años, pero las dificultades no son pocas.

Y musicalmente hablando....para mí sí se hace buena música actualmente, como siempre se ha hecho. Y como ejemplo pongo todos los discos actuales que suelo ir comentando en mi blog. Ahora, si me preguntas si siento las cosas de igual modo que hace 15-18 años te diré que no, pero eso es UNICAMENTE a consecuencia de la edad. Es jodido, pero sé que lo próximo no será cumplir 30, si no 40.

Saludos,
Manuel Soleado

MJ dijo...

Si que será que te has hecho mayor, pq a mi los Bloc Party no me dejan indiferente, sino que me indignan.
Y las cancioncillas de las Pipettes no estan tan mal, aunque se quee sto cae en saco roto aquí, como defender a Hefner y tal.

Anónimo dijo...

¿Pero es que aquí tampoco tragan a Hefner? AY, Karpov, Karpov...

Anónimo dijo...

Bueno ... por supuesto que la juventud mileurista lo pasa mal, etc, etc ... pero parece que no hacen NADA para solucionarlo. Y no me refiero a manifas de 300 personas en Sol, sino de representaciones auténticas que reflejen su malestar... grupos de música que denuncien lo que está sucediendo, pelis (cortos o largos) que demuestren el sufrimiento que están pasando,-. me cago en la leche, "El Pisito" es más una peli que resulta dura de ver incluso ahora, trata de un tema parecido y se rodó hace más de cuarenta años !!! - obras de teatro en donde se transmita esa sensación de impotencia, cuadros claustrofóbicos con contenido social, etc, etc ... el aparecer en la portada de El País Dominical y quedarse parados después no significa nada.

Más me dolió a mi la campaña esa de Coca Cola en donde unos supuestos mileuristas treintañeros se lo pasaban pipa en casa de papi y mami de donde no querían salir ni a tiros. Eso destroza más de cara a la galería que cualquiera de las denuncias anteriormente planteadas.

Creo que la sociedad actual es muy conformista y nada rebelde. Tragan con todo. Con "Amo a Laura", con Artic Monkeys. Con TODO, con tal de que se lo den ya hecho y masticadito.

De ahí el resurgir de los MONSTRUOS de la música que están reapareciendo como setas. Jesus and Mary Chain, the Loft, Police o Genesis. Tanto retro, están haciendo que, en vez de hacernos disfrutar con cosas nuevas y ROMPEDORAS estemos yendo hacia atrás culturalmente, y en el sentido equivocado.

Anónimo dijo...

Hostia, con lo de Genesis y monstruos sí que me has asustado, Federica.

Y yo me pregunto: ¿hace 20 años todo el mundo hacía algo por cambiar el mundo o sólo eran grupúsculos y luego estaba el Cojo Manteca para darle pátina violenta a las revueltas intelectuales? Y en música, ¿alguien puede mirar qué era lo más escuchado?

Karpov Shelby dijo...

Yo creo que hay muchas cosas que reflejan eses espíritu incomformista y radical Federica, desde Astrud, pasando por Hello Cuca! hasta cientos de inciativas pequeñas pero que tienen su aquel. Y digo Astrud porque son bastante masivos y han marcado algún gol que, dentro de 20 años, recordaremos como antológico como la canción de "Nuestros poetas" o "Todo nos parece una mierda". Que eso ha sonado en la radio y en la tele.

Yo estoy con Gerardo, antes también existían los Thompson Twins y antes y antes y antes lo que tocase... habría que ver esas listas de éxitos.

La culpa de esos regresos horribles que citas, además no la tienen los chavales sino los viejos nostálgicos que opinan que "ya no se hace buena música" y los "teóricos" del rock que se leen el Mojo. Los chavales quieren, como siempre marcha.

Mira a unos Punsetes, a las chicas del Ladyfest, a Marta Fuck Me, a los Espanto, a los restos de Los Bananas ... Muchos son la juventud de ahora. En fín que ejemplos hay unos cuantos. Tampoco en la época del "Pisito" TODO era así.

Sí, molaría que hubiese más cosas así. Pero no sólo entre los jóvenes sino entre nosotros mismos. A ver si les vamos a leer la cartilla a ellos por no hacer la revolución que nosotros no nos hemos puesto a hacer ...

Lo digo por seguir echando leña al fuego...

Ah y además está lo de Kiko Amat

http://ivanpolygon.blogspot.com/2007/04/
kiko-amat-en-la-ser-pero-no-no-no-hagis_25.html

Anónimo dijo...

Me debe usted dos posts, Karpov, y en uno está implicado el "señor" Amat

Anónimo dijo...

Yo de la juventud y la revolución no entiendo, pero de "El Pisito" sí. Y ahora, definitivamente, va a dejar de ser lo que era. Hace poco más de dos meses que han derribado el edificio que acogía el "pisito" de la genial novelita de Azcona. Ahí mismo, en la Corredera Alta de San Pablo. Han tirado todo el bloque y han dejado la fachadita. Sólo la fachada. Seguro que hacen pisitos nuevos para que las parejas de mileuristas los paguen en cómodos plazos durante cuarenta o cincuenta años sin necesidad de tener que casarse con la anciana casera. Ves, Federica, no somos nadie...

Karpov Shelby dijo...

El primero ya está escrito. El de Amat estoy pendiente de pillar la novela en alguna parte (ya la podía mandar por PDF), mientras tanto entreno leyendo al Colin Macinnes que mola mil más. Y también habla de los mods.

Anónimo dijo...

Ya, ya ... pero NI los Punsetes, NI los Espanto tienen a estas alturas contrato con sello (indie o no indie). Eso YA es muestra de la apatía y del mal momento cultural que estamos atravesando. Hace - pongamos - quince años, los sellos indis se estarían dando de leches por cualquiera de estos grupos y ahora ... bueno ... por desgracia no tengo ni que contarte cómo están las cosas en estos momentos.

Hello Cuca y Los Muebles tienen cosas en la calle, pero los primeros siguen en el minúsculo mundo de los Ladyfest y los segundos vendieron un puñado de discos de su maravilloso y magnífico CD que, por desgracia y de forma avergonzante, pasó sin pena ni gloria.

¿Es ese el interés que existe por lo NUEVO?

Jaaaa, jaaaaa, jaaaaa

Anónimo dijo...

vaya pues a mi este articulo me ha dicho mucho, porque es mucho de lo que pienso. Es verdad que las cosas no estan bien, que los mas afortunados son mileuristas, que continua existiendo sexismo y la xenofobia va en aumento, que no tendremos piso jamas, etc etc.....
pero el mayor problema no es ese, sino el individualismo y la falta de iniciativa, los movimientos sociales han muerto y nadie quiere acabar con el sistema, quieren integrarse en el y subirse a su cima.Nadie utiliza el arte y el antiarte como herramienta antisistema, no es un movimiento organizado que expresa rabia y disconfort o amor y deseos de cambio.
Hay pequeñas iniciativas, grupos que permanecen en el underground y se mueven por sus parametros, los menos y encima se les acusa de "integristas" y grupos que nuevamente buscaran trepar a lo mas alto del sistema y validarlo. A mi tampoco me emocionan ninguno de estos grupos y a riesgo de parecer la abuela cebolleta, la musica (salvo honrosas excepciones) no es ya una expresion cultural, emocional, social, es un objeto de consumo.

Apuntillador sin Prejuicios dijo...

Bueno, bueno, no sé por dónde empezar. ¿Sequía creativa? Yo digo ¡en absoluto! Probablemente estén haciéndose muchas canciones muy chulas en muchos cuartos de mucha gente, como siempre ha pasado y pasará. Otra cosa es que salgan de ellos. Más bien, me imagino al eventual aficionado a la composición aplicando un severo y estricto control de calidad (‘esto no mola’) o de originalidad (‘esto me suena, y todos me lo acabaran recordando hasta la saciedad’). O simplemente extenuado ante tantos intentos pasados y fallidos. O mejor, pensando qué sentido tiene, si no le interesa a nadie más que a un puñado de obsesos que a los cinco minutos están hablando o escribiendo de otro asunto. ¿Para qué? La recompensa de hacer buena música (perdonen que me ciña a este ex-arte, lo pueden ustedes aplicar hasta a la hora de hacer un huevo frito) será (digo yo), sobre todo, una buena sensación. Una palmadita en la espalda de uno mismo (qué lindo huevo, con la yema en el medio e intacta). Con eso parece que le basta hoy día a muchos.

Ahora pensemos por qué esas interesantes criaturas y sus propuestas no llegan a nuestros oídos, o no llegan a más que a los de unos cuantos. El ghetto, ¡ay el ghetto! Si es que nos lo merecemos. Nos flipamos con geniecillos ocultos, artistas atormentados, raritos irrendentos y demás inefables personajes. Normal pues que sólo atraigamos a nuestros similares, que son pocos y, en la mayoria de los casos, cobardes. Y pobres. Señores, que la música ya no es arte, es dinero. Y lo controlan los listos, que también pueden ser artistas, y saber de arte. ¿Los Muebles han pasado sin pena ni gloria? Normal, no por malos (eran buenos, vaya si eran buenos), sino porque salieron del ghetto y ningún listomari les dijo ‘venid’. Y claro, esos listomaris son los que cortan el bacalao, aunque éste sea rebozado y viciado de llevar 3 meses en el congelador lleno de escarcha de su piso alquilado. Los Punsetes van por un camino parecido, no son nada fáciles. Los Espanto no salen de La Rioja (ellos si que son unos nihilistas, ¿para qué dejar mi bonita tierra de vinos?). A Bananas no los hemos querido entender ni un 10% de nosotros mismos. Los sellos indis son negocios. Las revistas son negocios. Los conciertos son negocios. Las tiendas de discos son…negocios, lo han adivinado. ¿Qué otra cosa puede ser un músico, parte necesaria pero insuficiente de todo esto?

Ejem, la pasión me desborda. Y no estoy como para trasnochar. En resumen: hagan algo. Trabajen. Sean más listos que los listos. Hagan las cosas bien. No aplaudan lo inapaludible. ¡Sean críticos consigo mismos! O no hagan nada, pero entonces no se quejen tanto. Yo, por mi parte, pienso dormir 7 horitas e intentaré soñar con la recuperación de la música como arte y con la muerte de la música como negocio. ¿A quién le importaría? A nosotros seguro que no.

Como siempre, me he ido por las ramas.

Atentamente, su querido apuntillador.

Karpov Shelby dijo...

Qué palabras más sabias, apuntillador. Te nombraré conciencia de este blog como sigas así.

Tienes mucha razón, muchísima, en tu descripción del diferente grado de movilización de los listos de siempre y los talentosos aún por descubrir.

Anónimo dijo...

Muy muy interesantes los comentarios de María y de Apuntador. Estoy totalmente de acuerdo con ellos: en estos momentos, la música (en particular) y la mayoría de las manifestaciones artísticas (en general) no son un vehículo para comunicar ALGO, sino purita comerciaización. Los pocos intentos, quedan reducidos a un grupo minúsculo de entendid@s,y ahí se queda.

Esta mañana venía escuchando en el coche a Gang of Four, Soft Cell, The Smiths y alguna otra cosa de otros tiempos y me preguntaba por qué no surgen ahora grupos con capacidad para plasmar el malestar que se siente en el 2007. La solución ese esa: porque la juventud actual NO quiere penas, ni nada que haga pensar. Dales bazofia de Vale Music o, como mucho, libertad para BOTELLÓN. Con ponerse una rastitas y pensar que así con alternativos, va que chuta.

Pues sí, echo de menos al Morrissey que nos comunicaba el malestar de estar solo en una sociedad hostil, a Marc Almond cantándonos sobre las lindezas de la vida en un bedsit de la Inglaterra thatcheriana, de unos McCarthy utilizando la ironía más tremenda para destrozar los principios sociales y económicos del bienestar, etc, etc ...

Anónimo dijo...

Perdona, Federica, creo que sólo una parte del pop ha perdido esa capacidad para expresar el malestar que se siente. El inglés, sobre todo, en continuas carreras pro ser grupo de la semana y dejándose el mensaje (y la honestidad) por detrás.

Ahí tiene a ese Sufjan Stevens disfrazado de amable trovador y cantando las verdades del barquero.

O a todos los miserables neofolkies (que muchas veces son un peñazo, pero que algunos de ellos son muy seguidos por una parte de esa juventud que quiere botellón, sí, pero aderezado del Ángel Simón.)

O, yo que sé, mire el mal rollo que da meterse en los discos más amables de Wilco (el Summerteeth, por ejemplo), igual de chungos en su mensaje que muchas canciones de los Smiths (aunque en otro universo, desde luego).

A mí me da la impresión de que sigue habiendo cosas interesantes y contestatarias y capaces de cambiarte la vida en la música, pero en los 80 no todo era Gang Of FOur, Sofet Cell o los Smiths. Que se nos olvida la morralla y que ahora nos parece que todo aquello era overground, cuando los grupos más vitales siempre los hemos tenido que buscar, porque estaban bien escondidos. Como los Espanto, los Punsetes o los Cohete, ni más ni menos.

Iván Conte dijo...

Totalmente de acuerdo con gerardo.

Los neofolkies se han reinventado una visión de EEUU necesariamente alucinada, visto cómo está el panoraman en su país. La música no tiene por qué llegar a lo obvio en las letras para ser considerada explícitamente político. A mí el mensaje que me dan de EEUU discos como los de Devendra Banhart me parece que están lejos del conformismo.

Y de acuerdo también en que ahora sobrevaloramos la importancia que tuvieron esos grupos en su momento. Estoy cansado de leer como Gang of Four fueron ninguneados en su momento por mucha gente... precisamente por su alto contenido político.

Anónimo dijo...

Que no, Federica, que no insistas. Que la joventú de hoy es igualica
igualica que la difunta de su agüelica. Y ese acomodamiento juvenil del que hablas podrá ser una relativa novedad en España, pero en UK y USA (y en vuestra amada Suecia no digamos) ya era una realidad antes de que nacieran esos héroes musicales que luchaban cuerpo a cuerpo contra Thatcher y Reagan. En esos 80 míticos en los que los McCarthy destrozaron los principios sociales (la famosa Revolución Mundial del 87 rojo) y las canciones de los Smiths entraban en los exámenes de Ética, Música e Inglés de 1º de BUP. Recuerdo las tremendas consignas que recibíamos por aquí de esa generación fetén que se ganó lo suyo luchando; eran cosas del tipo: "bravo samurai" o "ven a la escuela de calor". De esos cánticos inconformistas hemos pasado a sus equivalentes modernos apoltroneitors: "malo eres, que le pegas a las mujeres" o "viacé un corrá". Parece ridículo, pero es que lo que hay que comparar es montañas con montañas y lagos con lagos. No me compares McCarthy con la Obesa de Bangkok, que eso es trampa. Es como comparar los Simpsons con Bill Cosby.
Creo que don Gerardo, don Anatoli y el apuntillador se han explicado mejor que yo.
Lo lógico es que, habiendo más gente en el planeta, haya más música buena por ahí. Ahora, que hagan exactamente lo tú estás deseando oir, eso ya es jamaro de otro camello.

En cuanto a la amenaza del soulseek y las descargas fulminantes, sólo recordarte que no es obligatorio.
Y si quieres arte bueno, justo del que a ti te gusta, pues te lo haces tú mismo y punto (DIY ¿recuerdas?).

Todo esto te lo digo con acritud cero y talante diez (como diría el titiritero que maneja a ZP), pero con una cierta estupefacción ante unos conceptos tan padrescos o incluso abuelescos.

Un saludo

Anónimo dijo...

Aaaaaaah! Lo que daría yo por sacar unos disquitos a Los Punsetes y / o a Espanto. En formato DIY o como fuera. ¿Alguien se apunta al tema, para ver cómo dos joyonas caen en el olvido fulminante de estos tiempos tan rebeldes y de juventud interesada? (Melendi, Jarabe de palo, Fito, etc, etc)

Iván Conte dijo...

Es verdad, lo de Suecia sí que da miedo...

Anónimo dijo...

Un respeto, que además de Melendi tenemos al Zurdo...

Apuntillador sin Prejuicios dijo...

Pero Federica, no suspire tanto y emplee tiempo y dinero en la causa. Yo, desde mi humilde posición, prometo apoyarle.

Anónimo dijo...

Pues eso mismo, Melendi es al Zurdo lo que los dosmiles a los ochentas. O sea, la mierda sigue siendo la misma mierda de siempre.

Y muy bien Federica, esa es la mentalidad correcta, que diría mi admirado Rijkaard. Si quieres consejos pregúntale al señor M. E. Herrero, que te puede contar un par de cositas sobre la autopublicación de singles estratosféricos aunque mayormente ignorados. y lo de la colecta es buena idea. Los que seáis fanes de ambos grupos y necesitéis tener el vinilín en vuestras manos, deberíais empezar a poneros de acuerdo para publicarlos.

Karpov Shelby dijo...

Eso Federica, suelta la pasta y lanzate a la autoedición y al DIY, como van a hacer los Espanto. O, si lo prefieren hacemos un fondo común, y lo sacamos como Los Comentadores de Karpov Records (en sus siglas LCKR, que queda como de radio americana).

Y no provoquen, sin necesidad, a las furias de otras blogosferas que nada pintan aquí. Gracias.

Apuntillador sin Prejuicios dijo...

Yo siempre he pensado que una cooperativa bien llevada (una especie de fonográfica general) es una buena idea para agrupar pequeños inversores con un fin común. Una unión temporal de fans. Una joint venture multitudinaria con el fin de editar un disco. 100 participantes que pagan por anticipado su disquito, incluso en algún caso como parte de la entrada de un bolo. 100 personas que recibiran el disquito, más los posibles beneficios que de su aportación se deriven. Esos beneficios pueden ser los discos de otros. Nada de repartir dinero. Hay que gastarlo todo.

Anónimo dijo...

Me parece una idea genial.

Karpov, luego hablamos para diseñar nuestro plan de acción y la estrategia de marketing para el LCKR.

Anónimo dijo...

Otra vez con la mercadotecnia de marras. Yo pensé que lo queríais sacar por placer propio, pero bueno, bobo de mí.

Anónimo dijo...

oyes, Capi, ¿qué te pasa con Bill Cosby? ¿eh? ¿eh?