Llega la primavera a Madrid, cambia la hora, tenemos luz y (pese a alguna que otra ola de frío aislada, polar y desagradable) calorcito y brisa para disfrutar de paseos matutinos. También tenemos, como ya hemos comentado la semana pasada, un rítmo trepidante de conciertos y novedades fonográficas, pequeños acontecimientos locales y asombrosos movimientos musicales. Saltos adelante, grandes saltos en el vacío: Bicicross y Punsetes en directo. Una vida cotidiana a veces ajetreada, a veces tranquila, de la que dejo cuatro flashes.
1. Lo cotidiano necesario.- Por mucho que les resulte asombroso a unos y otros, abandoné durante un día completo la vida virtual. Cumplí así con el Shut Down Day, curiosa inciativa de dos pajeros candienses que, precoupados por el (excesivo) tiempo que pasaban ante el ordenador, y por su creciente adicción al mismo, han decidido lanzar esta peculiar iniciativa. La verdad, es que tras mis recientes experimentos con las últimas utilidades cibernéticas, se agradece tener un día de desconexión.
2. Lo cotidiano posible.-Un sábado en el mundo real sirve así para hacer el flaneur por un primaveral paseo de Recoletos, bien bonito y soleado, y dar una vuelta por las salas del Museo Arquelógico de Madrid. Esta experiencia es, doblemente recomendable en esta temporada en la que parece que se lleva el revival ultramontano y nacionalcatólico y la apropiación indebida de rasgos identitarios. Toda una lección de sincretismo protohistórico, un recordatorio de la importancia de contar con un pasado remoto que es crisol de culturas, de cultos y maneras, mezcla de ensueños mediterráneos y de gestas germánicas. Uno sueña con los tartessos y con los fenicios venidos de Tiro y Sidón, con su mercatilismo exploratorio y sensual; observa la extraña y críptica imaginería de los iberos; se deja llevar por el sentido práctico de los romanos de la provincia, con sus mosaicos de perdices y faisanes y su adoración a los lares del hogar, se explica muchas cosas ante las joyas visigóticas que presenciaron la abjuración de Recaredo del culto arriano y pasa una mañana fenomenal. También están muy bien las momias egipcias, pero pueden dar un poco de cosa, todo hay que decirlo.
3. Lo cotidiano imposible.- Lo cotidiano imposibe es, sin duda, Bicicross. Una semana después de verles telonear a los Mittens, poco más se puede decir. En el Nasti dieron un concierto muy similar al de hace siete días que confirma su talento a la hora de elaborar una estética de la dispersión. Yo, como el Sr. Tremolino, aprecio su miniaturizada lírica, las canciones que se disuelven en algún lugar entre el todo o la nada y ese vanguardista candor que sitúa su propuesta en un terreno casi mágico que no pertenece ni a la realidad ni al deseo. Buena elección la de emparejarles con Los Punsetes. Al costumbrismo ultrarrealista de unos, se contrapone el lirismo (im)posibilista de los otros, formando un cuadro musical peculiar e interesante. Hubo quien salió echando pestes y fijando su atención en los aspectos más anecdóticos de la propuesta... Bueno, como dice Mr. T, cargado de razón:
O los amas o los odias y ayer, entre los que fuimos se encontraron las dos posturas. Yo, lógicamente, tomo partido a su favor, a que sigan así, explorando mundos de extraños dadaismos sonoros
4. Lo cotidiano real.- Los Punsetes presentaron su primer single, más de un año después de que en este blog alucinásemos con su primera maqueta. Ha sido un año viendo la evolución pública del grupo que ha retratado mejor el día a día de esta España after-todo que se recrea jugando a ser su propio estereotipo. En cosecuencia, en el Nasti se podían ver caras ilustres: algunos miembros de los Cohete, la esquiva leyenda del indie llamada Federica Pulla, componentes del sello Spicnic, un pintor moderno, bloguistas indies, cronistas de la realidad retroactiva... dispuestos a presenciar la puesta de largo de los madrileños. Los Punsetes es el único grupo que ha sido capaz de saltar la tapia que rodea a nuestra música underground y se han atrevido a mirar más allá de las puertas del local de ensayo. Con talento, con indiferencia, con agonía, están construyendo la crónica del agobio estructural español. No es una crónica negra, son despachos grises desde el día a día. Pero esta vez con un sonido descarnado, mucho más básico que en ocasiones anteriores. Certeros y reconcentrados. Vísceras al aire, malas caras y un telón de rutina y guitarras distorsionadas que cubren la mecánica narración de los días de diario que hace, con tono maquinal y alienado, su hipnótica cantante. En la sala Nasti, con un sonido PERFECTO, Los Punsetes dieron su mejor concierto. Topacios y jacintos, La dificultad que encierra, Fondo de armario... lo hemos dicho todo de estas canciones que, ahora, casi sin florituras noventeras, resuenan como obesivas fotografías de la nada cotidiana. Se las tocan de corrido. Sin pausas, con patibulario hastío, hasta que les cortan y nos quedamos sin las dos últimas. Trabajar cansa, ya lo decía Pavese. Ya lo dicen ellos con una insomne y paranoide ausencia de romanticismo. Y mañana es lunes de nuevo. Este es el mejor grupo que tenemos. Lo que hace un año parecía lógico empieza a volverse obvio. Ahora queremos un LP, Punsetes. Y una chapa que me debéis.
9 comentarios:
¡Una pena no haber podido estar con vosotros el sábado!
Efectivamente, trabajar -aunque sea poco, según dicen las malas lenguas- cansa.
Saludos
Lunes.....
Pero bueno, ¿dónde se puede conseguir el 7" de los Punsetes?
Saludos,
Manuel Soleado
Manuel,
ni idea, supongo que lo venderán ellos mismos a través de su myspace o de su página web. También imagino que estará por correo en la tienda BANG!, pero si tienes problemas avisa y te lo envío por correo.
Lo de Bicicross me dejó algo frío. Sus canciones más simnples son su plato fuerte, pero cuando meten la melódica, la flauta y percusiones varias en canciones con dubai dubai dubai como letra única, la cagan de lo lindo, y aquello pasa el límite de lo arty para convertirse en un peñazo que roza lo ridículo.
Pero aquí están los Punsetes para ARRASAR en un set de media hora que me dejó boquiabierto. Los Punsetes tienen canciones, tienen presencia, y tienen un directo TREMENDO.
Si esto fuera Inglaterra, Los Punsetes aparecerían en las portadas de las revistas de tendencias como la esperanza más hype del momento, sus canciones sonarían en todos los programas más innovadores y los A&R de las comnpañías se darían de leches por ficharlos a golpe de talonario. Pero esto es Madrid en 2007, y la cosa es bastante diferente.
En primer lugar, Los Punsetes son siniestros; no cantan sobre amores y desamores, ni sobre besos, sino que sus temas hablan de muertos, de tanatorios, de cuerpos descompuestos, de médicos, de pasarlo MAL, y eso es muy difícil de comercializar en un mundo en donde la gente va a lo seguro, y en donde buscan Amarales, Orejas o Cantos del Loco para un público LELO. En segundo lugar, son un grupo muy castizo - hablan de Muerte al Escorial y, enlazando con lo anterior, siguen una tradición muy de Madrid que mezcla la primera época de Los Nikis (Sangre en el Museo de Cera) con los Gabinete oscuros de Olor a Sangre Quemada o las letras directamente siniestras de Parálisis Permanente. Es decir, la combinación chulesca de lo duro con la ironía. De las risas con la dificultad. Y, aunque esto pueda parecer una idiotez, esa carga profunda es muy difícil de entender en otros sitios.
Y es que, en plena época de Triunfitos, ¿cómo se puede vender un grupo con una cantante que sale disfrazada de enfermera asesina con una jeringa llena de sangre en la mano y mirada perdida?
Y ahí está lo bueno de Los Punsetes, que son un rara avis en este ambiente tan ABURRIDO. Id a verlos en directo. Comprad su MARAVILLOSO disco.
¡¡¡¡ Vivan Los Punsetes !!!
Y tb estaba por ahí un conocido director de cortos. ¡Qué buena la reseña de Federica!. Por cierto Fede...que menuda coña regalarme un poster de las Prin-La-La ;-)
Ya, ya ... muchas risas con el poster de las Prin-La- La pero tú bien que lo tienes ya bien colgadito al lado del de Paulina Rubio en tu habitación, que me lo han contado fuentes bien informadas.
Y volviendo a un post karpoviano anterior, tengo entre mis garritas el disco de Sister Vanilla, y no sólo es un disco compuesto y producido por los hermanos Reid, sino que también aparece por ahí el bueno de Stephen Pastel cantando. Wow!
Coincido con el comentario de la amiga Federica sobre los unos y sobre los otros.
¿Alguien sabe dónde se puede comprar una camisa como la de la Punseta? Describo: como de enfermera y unos órganos internos estampados a un lado.
Coincido con Miguel, GENIALes los Punsetes, era la 1ª vez que los veia y me encantaron. Me encanto la pose de la cantante, con esa mirada fría y cortante, y esas letras tan Paralisis permanente, repetire cuando vuelvan a tocar.
Ah, y el single y la chapa muy bonitos
pues a mí, el fresquito de estos días me parece muy agradable. Es el verano el que me causa pavor.
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