Es una temporada intensa en el infierno de lo virtual para Karpov! Lejos quedan aquellos días en los que intentaba, en vano, customizar mi propio espacio. La conquista del espacio virtual se ha vuelto extraña y compleja. Está empezando a incluir radios digitales, sistemas de recomendaciones, muñecos que se mueven por universos viruales y leopard-skin jackets. Realmente, otra vida es posible más allá del bloguito indie. Ahora bien, habrá que ver si podemos con ella.
Cada vez que me acuerdo de aquellas declaraciones ampulosas que hacían las revistas de tendencias, mediados los locos Años Noventa, en las que afirmaban que se dirigían a un target que necesitaba días con el doble de horas para poder vivir en condiciones, no puedo evitar contener la risa. ¡Qué tiempos aquellos en los que, con un límite 48 horas, te arreglabas la modernidad! En la era de lo social el tiempo es continuo, las cosas no se paran ni cuando uno duerme, y uno tiene que estar en línea de manera permanente. Así que, enlinéandome con los últimos gadgets disponibles en la Red, entrego, humildemente, lo que quede de mi alma a dos nuevas aplicaciones que devorarán mis ratos vivos y muertos...
En primer lugar, ya tengo mi sitio en el sistema de recomendaciones y radio por Internet Last.fm. Ivan Polygon explicaba, hace unos días, en qué consiste el invento con sencillez y acierto. A mi me descubrieron los chicos de MEP, ya que hice hace un tiempo un login y lo olvidé. Ahora sin embargo se ha convertido en una especie de juguete favorito. Recomiendo canciones, escucho la radio de otros, hago amigos, pertenezco a grupos y participo en foros. Pierdo el tiempo. No entiendo muy bien cómo se sincroniza con el iTunes, tampoco se cómo se editan del todo bien las listas para quedar de tío cool, como está hacendo medio planeta... Por lo demás es una divertida manera de desmaterializar la música. ¡En Last.fm si que no dicen nada de tu vida! En fín, por si acaso, ahí estoy. Junto a La Increíble Verdad o El Ruido de la Calle, además de los chicos de Mira el Péndulo.
Pero lo que de verdad me ha dejado absorto ha sido entrar en el satánico juego social Second Life. La dinámica es sencilla. te das de alta, te descargas una aplicación (un cliente, como le dicen los que controlan), te generas un avatar y te introduces en un mundo virtual dela mano de tu muñeco. Por ahora, he dado algunos pasos por parajes insólitos, bizarros, banales... especulación inmobiliaria, futurismo, playas terminales, fiestas rave, algunos amigos nuevos, mensajería instantánea. Tengo una guitarra eléctrica que siempre toca lo mismo y puedo crear pirámides de cristal. Poco indie, por ahora en un mundo donde Karpov! viste estilo Los Setenta con chupa de piel de leopardo, pantalones ceñidos y un pelo que mezcla en look ENO con el de Krypton. Y es que si esto es otra vida, no vamos a terminar haciendo lo mismo que en la de siempre ¿no? Lo mejor es poder volar y teleportarse. Y, lo cierto, es que al ver la primera puesta de sol en Second Life, mi muñeco y yo sentimos una cierta emoción melancólica, mecánica e impotente. En fín, dejo fotos del virtua-karpov! para que se hagan una idea.
En primer lugar, ya tengo mi sitio en el sistema de recomendaciones y radio por Internet Last.fm. Ivan Polygon explicaba, hace unos días, en qué consiste el invento con sencillez y acierto. A mi me descubrieron los chicos de MEP, ya que hice hace un tiempo un login y lo olvidé. Ahora sin embargo se ha convertido en una especie de juguete favorito. Recomiendo canciones, escucho la radio de otros, hago amigos, pertenezco a grupos y participo en foros. Pierdo el tiempo. No entiendo muy bien cómo se sincroniza con el iTunes, tampoco se cómo se editan del todo bien las listas para quedar de tío cool, como está hacendo medio planeta... Por lo demás es una divertida manera de desmaterializar la música. ¡En Last.fm si que no dicen nada de tu vida! En fín, por si acaso, ahí estoy. Junto a La Increíble Verdad o El Ruido de la Calle, además de los chicos de Mira el Péndulo.
Pero lo que de verdad me ha dejado absorto ha sido entrar en el satánico juego social Second Life. La dinámica es sencilla. te das de alta, te descargas una aplicación (un cliente, como le dicen los que controlan), te generas un avatar y te introduces en un mundo virtual dela mano de tu muñeco. Por ahora, he dado algunos pasos por parajes insólitos, bizarros, banales... especulación inmobiliaria, futurismo, playas terminales, fiestas rave, algunos amigos nuevos, mensajería instantánea. Tengo una guitarra eléctrica que siempre toca lo mismo y puedo crear pirámides de cristal. Poco indie, por ahora en un mundo donde Karpov! viste estilo Los Setenta con chupa de piel de leopardo, pantalones ceñidos y un pelo que mezcla en look ENO con el de Krypton. Y es que si esto es otra vida, no vamos a terminar haciendo lo mismo que en la de siempre ¿no? Lo mejor es poder volar y teleportarse. Y, lo cierto, es que al ver la primera puesta de sol en Second Life, mi muñeco y yo sentimos una cierta emoción melancólica, mecánica e impotente. En fín, dejo fotos del virtua-karpov! para que se hagan una idea.
Es interesante, también hablando de este tema, leerse este texto que encontré trasteando por Internet. En el pedante y asombroso blog We make money not art! se entrevistan con el gurú de lo digital Julian Bleeker que, con sabiduría, afirma lo siguiente:
Sirva de epílogo a este primer capítulo de unas memorias virtuales. No sé si continuará, porque estás chucherías electrónicas son dulzonas pero de sabor breve. En fín, al menos ya estamos dentro.
Eso sí, el domingo di unos paseos al sol, mire al cielo y casi me he terminado este libro, cuya lectura me ha revelado que hay sutilezas y placeres que lo virtual no logrará emular jamás, amigos.
If the project of the digital age is to make everything that we have in "1st life" available in 2nd life, then I think we're on the wrong path. Laminating 1st life and 2nd life isn't about creating digital analogs. It's about elevating human experience in simple and profound ways. This blogject project is an early manifestation of what I think we will start seeing as clever tinkerers experiment with creating meaningful bridges between 1st life and 2nd life in which ethics precedes doing something "just 'cause" it's possible. And those bridges come firstly in very simple expressions of 1st life activity in 2nd life, or 2nd life activity in 1st life.
Bruce Sterling has a great turn-of-phrase I once heard him speak — "we will get the future we deserve." And in this case it means if we want Gap Stores, shopping malls and advertising signage in Second Life, that's what we'll get. But I think many people want something that will yield more habitable worlds, not more efficient ways to market and get people to buy crap. We could create impacts and shape thinking and behavior with digital networks, particularly ones that speak to 1st life. We can create bridges that capture, share and disseminate the current, day by day state of the thinning northern ice cap. We can create a 1st life / 2nd life bridge that makes this condition as present, as impactful and as resonant as a dripping faucet in the next room, rather than an abstraction only occasionally brought to our mind through a newspaper article or cocktail party conversation.
Sirva de epílogo a este primer capítulo de unas memorias virtuales. No sé si continuará, porque estás chucherías electrónicas son dulzonas pero de sabor breve. En fín, al menos ya estamos dentro.
Eso sí, el domingo di unos paseos al sol, mire al cielo y casi me he terminado este libro, cuya lectura me ha revelado que hay sutilezas y placeres que lo virtual no logrará emular jamás, amigos.
7 comentarios:
No sé, no sé, a mí todo esto me parecen maneras distintas de perder el tiempo en una vida muy corta. No digo que nunca lo haga, pero creo que paso de Last.fm y demás. Cada día que pasa creo que he de pasar más tiempo con mi novia, amigos y mis discos y menos frente al ordenador...
Saludos,
Manuel Soleado
Yo hecho de menos una mayor simplificación de todo el entorno cibernético .. ahora, para estar más o menos al corrirente de lo que pasa, necesitas visitar varios blogs, los myspaces de turnos, diferentes páginas webs, el last.fm, alguno de los ya muy devaluados boletines de noticias, escuchar diversas radios por la Red, descargarte algún podcast y, así y todo, siempre te dejas aho atrás.
¡¡ Qué stresssssss !!!
Bueno, sí, esa es otra. Pasas más tiempo buscando información que escuchando la propia música. Yo ya estoy viendo venir que de aquí a un par de meses lo del blog va a estar anticuado :-)
Personalmente apuesto por tener unas pocas webs de referencia, sean blogs, sellos....y si me pierdo algo, pues mala suerte. Pero es que si quisiera estar atento a todo lo nuevo moriría en el intento...
Saludos,
Manuel Soleado
Por cierto ... quise decir "echo" de menos, y no "hecho" de menos ...
Yo en second life entré un día, me di una vuelta... y por si acaso me borré el programa del disco duro, que era todo muy tentador.
Del last.fm lo que más me gusta, en realidad, es el factor socializador.
Aquí somos muy fans del Karpov de verdad, pero el Karpov virtual nos ha dejado prácticamente mudos. Increíble look, poderosa guitarra (¡con la bandera de Jamaica!). En fin, si nos damos una vuelta por ese lugar, sea el que sea, te buscaremos.
No hace falta visitar varios blogs: se pueden controlar y leer las actualizaciones de tus blogs favoritos desde Bloglines o Google Reader. Manejar un agregador de feeds empieza a ser vital.
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