12 enero 2006

Los Punsetes y la otra manera de ver las cosas

El pop español siempre ha hecho gala de una sempiterna incapacidad para adaptar las formas musicales británicas y americanas al imaginario propio y a paisajes que resulten familiares para el oyente. Sin ánimo de generalizar,nuestros grupos tienen la molesta costumbre de escamotear decorados, lugares y realidades autóctonas que, ciertamente, son menos sugestivas que las de Londres u Olympia pero que son las que nos tocan vivir aquí y ahora. Después de la Movida y su inteligente lectura de glam-rock castizo y punk cheli, pocos se han atrevido a construir un discurso pop recogiendo los elementos de la tan traída y llevada identidad celtibérica. Lo que no ha impedido, por cierto, que esto siga sin ser Hawai. Por ello se agradecen grupos como Los Punsetes, capaces de presentarnos esa otra manera de ver las cosas más cercana a nuestro día a día; un día a día que no se resuelve entre Carnaby St. y Charing Cross Rd. sino en trayectos a trabajos anodinos, bares chungos y bocacalles que son terroríficas pero no son Elm Street. Canciones sobre esa literatura española con olor a naftalina y a dicionario Vox, cotilleos de portal, trabajos para tontos del bote y noches de insomnio en las que la única voz sensata capaz de arroparnos, desde un paraíso catódico, es la de Eduard Punset con sus promesas de sabiduría y trascendencia cientifista.


Una vez alguién se refirió a TCR con el apelativo de "pop de la escuela Bruguera", acertando de pleno al compararlos con la brillante escudería de viñetistas que supieron retratar de manera certera la esperpéntica normalidad de un país acogotado por una mediocridad orgánica asfixiante. Esa escuela de pop y costumbrismo que tiene en el humor ácido el único resorte factible para retratar nuestro peculiar sentir y obrar tuvo una sucesión secreta en Los Empresarios y sus odas a las chicas de las fotocopiadoras y a las mariscadas de los liberados sindicales. Ahora, en pleno 2006, como quien dice, Los Punsetes siguen esa línea invisible y salen con sus guitarras al bar de al lado, se pasean por la biblioteca de la facultad, comen en restaurantes de menú del día a 8 euros, vuelven de la oficina y se toman la última en el bar del tanatorio. Cuando llegan a casa cansados de trabajar no les quedan ganas de nada, así que distraen el deseo viéndo Redes y pensando si tras la tapia del solar de enfrente no anidará alguna criatura que les está sorbiendo el fluído vital. Algo raro tiene que ser para que los geranios del balcón se pochen continuamente como lo hacen.


Los Punsetes no se lían; como ellos ven el programa del Punset hasta que termina, saben que es primero el huevo que la gallina; por eso aquí hay guitarras aceradas y hay punk y melodía en primera instancia. Es pop, con sus voces exaltadas y sus canciones directas. Puro, puro pop sin complicaciones ni cubismos ni dadaismos. Todo traducido en canciones pluscuamperfectas como El secreto de tus coletas, con uno de los estribillos más insólitos e impertinentes que se recuerdan en muchos años (el secreto de tus coletas está en apretarlas bien / la razón por la que no me respetas, algo tendrá que ver) o Trabajar cansa, un guiño doble a Pavese y a los Alpino más oscuros. Punk de terror cheli en Detrás de la tapia y aceleradas diatribas urbanas en torno a los callejones sin salida de la vida social urbana como Formol (vas por la calle con esa gente/ niños y niñas pestilentes) completarían una maqueta de lo más resultona.


Pero más allá de esto, Los Punsetes además desarrollan una suerte de gótico ibérico en el que no desetona El bar del tanatorio, asfixiante canción resuelta a la manera de unos castizos Joy Division que inmortaliza la muy hispana costumbre de acabar las noches en el bar de la morgue. De la misma manera insólita, recrean en un alucinógeno y certero fresco la intrahistoria sentimental y cultural celtíbera con su proverbial e hidalga resistencia al cambio. Botarates, tele por cable, sondeos de Demoscopia y llamadas a cobro revertido desde locutorios de barrio. Pemán y Luis Rosales, en suma Juegos florales. Todo con la sabiduría de Punset de fondo (Yo amo al Punset) para cerrar este juego de círculos concéntricos sobre el sentimiento de un español.


Los Punsetes no van a estar en las listas de lo mejor del año. Son un grupo de pop español, pero de verdad... de los que hablan de que el trabajo cansa, de la tele, de discutir, del café, de la gente que da mal rollo y de Punset, claro. Por eso esto no va a gustar a la crítica y si a los que hacemos caso de radio macuto. Así que hagan caso a un cotilla y pongan a bajarse estas canciones de la página web del grupo, que éstas sí que tienen que ver con su vida que diría el fistro duodenarl de Manchester, y además está todo dicho y cantado en su idioma. Y tocado que da gusto oirlo, oiga.


Se pueden bajar todas las canciones de Los Punsetes en www.lospunsetes.com. Además prometen ocho canciones nuevas en breve y el sábado 21 de enero tocan en la sala Nasti de Madrid junto a Motormark







16 comentarios:

Anónimo dijo...

Bieeen, bieeen.Un grupo que mola, por fin, justo ahora que estaba desempolvando las maquetas de los empresarios, por cierto que he encontrado una nueva maqueta suya en soulseek con una canción que me ha llegado al alma,va sobre una chica que viaja mucho "la farmaceutica intrepida" ,con un estribillo que dice: "algunas vece se va a todo lujo una semana, otras prefiere un mes por zonas devastadas" jur jur, ¿a quien me recuerda esto a mi?.
Y el libro de Punset, que me lo han traido los reyes, está bastante bien por lo que llevo leido hasta ahora, lo que pasa es que voy muy lento porque no puedo evitar leerlo con voz punsetiana "¿hannnn pensado alguna vez quel universo se expannnde?

Anónimo dijo...

Por si le interesa, un adelanto de la nueva maqueta en www.myspace.com/lospunsetes

Lo de Alpino y TCR no lo termino de pillar.

J.

Karpov Shelby dijo...

Muy bueno el adelanto, gracias. Lo de TCR (los de Paro Siesta y Días de Fiesta)y Alpino (en Trabucchelia) es más por las letras y su espíritu que una similitud musical, propiamente dicha.

Anónimo dijo...

Pues me acabo de hacer fan.

Anónimo dijo...

Wow!

Qué grupo tan chulo!

Anónimo dijo...

Pues yo también me hecho fan después de escuchar repetidas veces la maqueta esta tarde.

Anónimo dijo...

¡Me la pongo a descargar ahora mismito!

Anntona dijo...

Karpov, Karpov, hueles a caldofrán... (la Hora Chanante Dixit).
Muchas gracias por su reseña, oiga. Así da gusto.

Anónimo dijo...

Oye muy bien estos tíos. La rima de ático con hipocrático me ha llegado muy adentro.

Anónimo dijo...

¡viva viva!
pues me ha gustado tanto tu recomendación que te he enlazado tres veces en mi post de hoy. es que los punsetes molan mil.

Anónimo dijo...

TCR pasaron a mejor vida. Buena parte de ellos siguen por ahí, clandestinamente, como Los Incrucificables, y preparan un precioso disco con la máxima autoridad del Rock underground nacional. Y hasta ahí puedo leer la tarjetita...

Anónimo dijo...

Las maquetas de Los Látigos/Inkruzifikables son impresionantes. A ver si sacan el prometido split con Hello Cuca de una puñetera vez.

Anónimo dijo...

Joder Tremolín, yo creando misterio y me dejas con el culo al aire. El disco con Hello Cuca! ya está grabado -lo hicieron antes de que Mabel se marchara a Suecia- ahora sólo falta saber cuando nos permitirán deleitarnos con él.

Anónimo dijo...

hey Doggy, que del disco ya había publi en el fanszine del Ladyfest, asín que de mystery, nothing, man.

Bienvenido,

Marcos E.H.

Anónimo dijo...

Malos tiempos para el misterio.

Anónimo dijo...

¿visteis ayer tocar a los punsets estos?... eso... ¿qué?