27 mayo 2007

Despacho especial: Prín La Lá


Tremenda presentación de Prin LaLa ayer en el magnífico NEU de Madrid. Llenazo total para un grupo que poco se prodiga en directo y que está adquiriendo nombre entre la juventud indie connoseur patria con una propuesta curiosa.

Pero recapitulemos un poco. El concierto empezó a una hora un tanto extraña (a las 7 de la tarde) porque una de sus componentes es menor de edad y no es plan explotarla teniendo que esperar hasta las 11 de la noche – recordamos que a la pobre criaturita se le abría la boquita durante su primera aparición pública en el Ladyfest cuando salieron al escenario a unas horas cuando la pobre debería haber estado ya en la piltra. El caso es que los conciertos a esta hora me parecen una idea magnífica, y me gustaría animar a este buen club para que organizara más cosas así, y que podamos disfrutar de los conciertos los que no trasnochamos.




En primer lugar, salió a tocar un grupo que responde al nombre de The Marzipan Man, y que fue una cosa chunguísima. Un chavalín con una sobredosis o una indigestión de The Incredible String Band, con un grupo alucinantemente bizarro, que incluían a dos chicas que tocaban el arpa, la melódica y un tecladito, con unas canciones horrorosas, que querían imitar a las letras más jipiosas del folk británico, esas de animalitos en bosques y de mariposas que se transforman en hadas y cosas así, pero que puestas en boca de esa persona y con una presencia escénica que daba risa, la cosa acabó siendo penosa. Y, además, cantaban en inglés chusquero, cosa que ODIO, porque cuando lo hacen es un refugio para ocultar sus deficiencias que, en este caso, eran muchas y evidentes. El chico siguió invocando la aparición de Syd Barrett y de Donovan durante un tiempo hasta que, por fin, desaparecieron del escenario. En definitiva, algo horrible.




Con la gente en la parte de abajo sentada en mesitas, de pronto sale un chaval con un saxofón tocando entre el público, que se sube al escenario, y pilla una sierra de esas que se tocan como un violín, viéndose acompañado por un chica al contrabajo, cuando sale de un extremo del escenario un caballero vestido de negro con pajarita, semblante serio y un gran reloj con una cuerda que hace girar en péndulo al compás de un tic-tac que suena por los altavoces. Muy Alice in Wonderland ¡¡¡ Cielos !!!! La cosa promete ya desde el principio. Luego sale una chica con dos jarras de agua que pasa de otra para dejar que suene el fluir del líquido... ARTY, ARTY todo aquello. Pretencioso a más no poder. Y salen las niñas Prin LaLa y el Vacas, un trompeta, una chica con instrumentos de cuerda, un batera con una máscara en la cara, y un chico al teclado. El escenario está a tope. Las canciones no suenan mal, pero ese espectáculo como que te produce una sensación extraña y de sentimientos encontrados. Por una parte la propuesta es TAN pretenciosa que te choca pero, a la vez, las canciones no están mal, y el directo queda resultón. De todas formas, aquello no deja de ser una propuesta del Vacas en donde TODO es puro escaparate para su uso y disfrute. No entiendo cómo pueden vender eso como un grupo de niñas, porque hasta las cuatro primas no son más que monigotes al servicio de un CONCEPTO. De hecho, la chiquitita apenas canta y está ahí para dar ambiente al asunto. El concierto está milimetrado y funciona a la perfección, con su teatrillo intermedio y sus fusilamientos de temas de Cecilia, una canción de The Sound of Music, un poema de Panero, la canción esa del Electrón que cantaron hace ya tiempo los hijos de la Dúrcal y que ya bordó antes Parade y referencias a The Night of the Hunter y otras revisiones de historias retorcidas con niños de por medio.




El público estaba encantado, y parece que el CONCEPTO funciona a la perfección. De hecho, es la aventura más exitosa del Vacas hasta el momento. Me pregunto cuánto más puede durar el proyecto, a medida que las primas crezcan y tal, pero la cosa puede dar más que hablar durante algún tiempo, y puede llevar a mejorar el estatus del creador de ese CONCEPTO para llegar a metas más altas y poder convertirse en una especie de Brian Wilson cordobés. Por una parte, me parece una propuesta más que bien planteada, y que está logrando una gran aceptación en un panorama musical y de creatividad TAN baldío como el que estamos viviendo en estos momentos. Una propuesta que mezcla una puesta en escena a lo Belle and Sebastian mezclada con psicodelia infantil tiene su cosa, aunque a la hora de la verdad, todo aquello tiene un tufillo realmente forzado, y me crea una mezcla de sentimientos opuestos que no me dejan discernir bien si me gusta o no me gusta, si me parece correcto o si lo aborrezco, si se debe tomar como una estrategia establecida por y para el servicio del Vacas y no como un grupo ad hoc, etc, etc... Además de todas estas disquisiciones personales, la presentación de Prin LaLa fue todo un éxito, cada cual extrajo sus propias conclusiones y, por lo menos, ofreció al público más exquisito algo nuevo y diferente. Y que cada cual piense lo que quiera.


Federica Pulla


15 comentarios:

Karpov Shelby dijo...

Para mi gusto, Federica, te falta la severidad de otras veces a la hora de hablar de este invento horroroso, pedante, chusco y engolado.

También echo de menos que se hable de la morbosa necesidad de los indies viejos por tener un freak show particular donde proyectar frustraciones variopintas...

Anónimo dijo...

Es que realmente, tampoco puedo ser MUY severo, porque el espectaculo me resultó cuanto menos curioso. Muy teatral, esperpéntico a veces, absurdo otras, pero por lo menos algo diferente de lo que se ve habitualmente, cosa que, guste o no guste, siempre se agradece.

Repito y reafirmo que es un show creado y puesto en escena por el Vacas, y que los demás eran figurantes del asunto, pero al final te quedaba la sensación esa de "¿me ha gustado o no me ha gustado?"

El ying y el yang.

Anónimo dijo...

Pues a mí me da la impresión de que este tipo de críticas tan o más pedantes que lo criticado tan sólo reflejan un espíritu amargado y frustrado, ansioso de tener por fin un poco de atención y respeto por parte de sus cuatro amiguitos que le ríen las gracias. En fin, algo lamentable.
Propongo por lo menos que se cambie ese nombre tan zafio por el de Señora Azul, que le pega más. Y que haga algo positivo con su vida, que aún está a tiempo de ser feliz.

Anónimo dijo...

Tienes razón Paradero ... ¿me puedes recomendar algo más positivo para desprenderme de ese amargamiento y frustración que me recome por dentro y que hace que mis cuatro amigos me rían las gracias?

Saludos!

Anónimo dijo...

pues a mí la impresión que me da la crítica, más que de falta de severidad, es de justo lo contrario. de alguien a quien le gustaron las canciones de prin'lalá pero que, por prejuicios (justificados o no) hacia fernando vacas, le cuesta admitirlo.

yo creo que el debut de prin' lalá, lo canten niñas de siete, quince o treintaycinco años (que, al menos para mí, es algo casi accesorio), es bastante digno.
sobre lo pretencioso de su puesta en escena pues, hasta que no la disfrute no puedo opinar.

pero reducir lo musical a "las canciones no suenan mal" y "el directo queda resultón" lo veo yo como muy poco mojarse para una crítica mediananmente extensa como ésta.

Anónimo dijo...

Manolo,

Personalmente, no tengo ningún prejuicio sobre Fernando Vacas ni nada por el estilo.

Enfatizo que aquello fue un mero espectáculo teatral, y que Prin LaLa no es más que una coreografia de ese señor, y que no hay que verlo como el "grupo de niñas misteriosas" que es tal y como se ha comercializado el asunto, en vez de "un show dirigido por Fernando Vacas, en donde se utiliza a sus primas para vender un CONCEPTO que tiene como base la inocencia infantil un tanto retorcida".

Y poco más.

MJ dijo...

Federica, otro día nos vamos a comprar discos a esos todo a cien del 100 que tanto controla y se deja de conciertos a media tarde.
Por cierto, un off-topic: Hay un nuevo CD de Ray Rumours y mola muchísimo. ¡Qué canciones tan chulas!. Está compartido con otro grupo que no conocía y que me ha sorprendido gratamente. Se puede pillar en Bang!.

Anónimo dijo...

Oich! Es que parece que a los indies más ortodoxos les molesta que se critique algo que les parece intocable, la piedra filosofal, lo nunca visto.

Y que nadie puede CRITICAR un concierto, que todo tiene que ser bueno, bonito, precioso y dabuti. Y que al que se le ocurra poner en duda lo que sólo ellos han descubierto y atesorado son unos amargados y unos frustrados.

En fin ...

Anónimo dijo...

perdona federica, pero por lo que se refiere a mí, me da igual que critiques lo que te de la gana. además ni me considero indie ortodoxo ni nada por el estilo, ni creo que prin' lalá sean la piedra filosofal, ni mucho menos.

es más, incluso me puede incomodar el teatro que se está montando alrededor del grupo. pero sin embargo creo que tienen un disco interesante con buenas canciones y que pienso que es de lo que menos se ha hablado en esta crítica.

si musicalmente los hubieras puesto a parir, podría estar yo de acuerdo o no, pero es tu opinión (otra cosa es que le encuentre yo sentido a que, habiendo tanta música interesante como hay, haya quien prefiera explayarse en lo que no le gusta). lo que ocurre es que lo único que veo es un forzado sí pero no (o no pero sí) que, al contario de la opinión de karpov, más que condescendencia, a mí me pareció justo contrario. tú sabrás si te gustó o no el concierto de prin' lalá.



por cierto, quien se crea especial por conocerlas va listo, porque han salido en todas partes, así que no me hace esto sentir muy especial que digamos.

Anónimo dijo...

Manolo,

creo que has dado en el clavo. El "sí pero no" o el "no pero sí" es justamente mi opinión al respecto. tanto musical como en el espectáculo que ofrecen en directo.

joan dijo...

por alusiones (discográficas), sólo quiero puntualizar una cosa: de inglés vas muy mal, federica.
vale que no te guste The Marzipan Man -que incluso te horrorice-, eso es cosa de gustos. a mucha otra gente le gusta muchísimo.
pero el comentario sobre el "inglés chusquero" para "ocultar otras deficiencias" es ridículo. o no tienes ni idea de inglés, o simplemente has soltado eso muy a la ligera.

Anónimo dijo...

Bueeeenoooo vaaaaaleeee, me pasé con lo de "inglés chusquero"... dejémoslo en un "inglés como segundo idioma".

Lo que sí enfatizo es que ni en inglés ni en español sus historias de animalitos metamorfoseándose en otros bichitos en el Sudeste de Inglaterra me llegan al alma, y que la propuesta me pareció un poder y no querer y que, joder, mira que me gusta The Incredible String Band y todos los trovadores jipis británicos que te puedas imaginar y los discos grabados en mitad de la campiña inglesa - como el precioso de Heron,- pero lo que vi el otro día me pareció malo de narices.

Que conste.

Anónimo dijo...

pues he dado en el clavo, mejor no decir nada por miedo a pensar bien (o mal).

pd: ya sé que no tienes miedo, era una forma de hablar.

Anónimo dijo...

Siguiendo con el off-topic de Jesús Miguel:

Celebro que te hayas pillado el split nuevo de la Ray. A mí también me sorprendió gratamente lo de Caz Mechanic. Por cierto, una pregunta, que sé que tú de esto sabes la tira: la canción de Ray Rumours de Max Dugan Returns está basada en una peli de los ochenta (del mismo nombre) ¿Tú la has visto? ¿mola? Es que la letra es tan bonita...

Anónimo dijo...

Aburrido no lo expresa exactamente. Tampoco dessustanciao. Tanto la propuesta musical como la teatral. Hay una reseña del disco en el Elle de abril y un F. Vacas meets somebody en una revista que ya no recuerdo. El concepto es que se hable, me temo.