29 mayo 2007

Miércoles con Federica: Independencia y autonomía


Es curioso ver hasta qué extremo puede llegar el espíritu independiente de cada persona. Creo que ser independiente puede ir más allá de gustarte un estilo musical, y que la verdadera independencia puede llegar a convertirse en toda una forma de vida, abarcando múltiples aspectos personales. De hecho, casi desconfío de los individuos que sólo muestran interés en las nuevas corrientes musicales porque es algo necesario para estar a la moda, como si se tratase de un accesorio más de su indumentaria, o como algo que hoy está aquí pero que mañana puede desaparecer sin dejar rastro alguno.


En muchos terrenos, creo que he llevado la independencia hasta terrenos un tanto límites como, por ejemplo, el laboral. De hecho, mi trayectoria en lo que se supone debe marcar una gran parte de tu vida ha estado definida por una cierta rebeldía e inconformismo que, pienso, es algo que debe formar una gran base de toda persona que piense, actúe y se comporte como un ser auténticamente INDEPENDIENTE. Como muchos de los que puedan leer esta crónica semanal, estuve tiempo estudiando, pero nunca consideré que podría encajar en un puesto de los que se llaman “convencionales”. La verdad es que soñaba con hacer algo para los demás, más que en hacer algo para mi. Soñaba con poder COMUNICAR y utilizar los Medios para innovar, para llevar a una audiencia lo que llevaba dentro ... tonto de mi ... porque pronto mi idealismo me dio en las narices para enseñarme que no había sitio para algo así en este país de pandereta y enchufismo, y acabé en la COPE trabajando para un ser infame y repugnante que, años más tarde, se convertiría en Director del Ente RTVE. Ni que decir tiene que allí duré unas semanas, y que no me veía comunicando a viejos fachas y asquerosos, en un entorno en donde hasta las comas eran revisadas por seres incultos y repugnantes, y en donde acabé como el rosario de la aurora, insultando a ese ser que se apellidaba Ferrari. Llevé al límite lo que decía mi Morrissey, eso de “Why do I give my valuable time, to people who don’t care if I live or if I die”. Dicho y hecho.


Y seguí estudiando, como válvula de escape a un mundo en el que no me veía, hasta que, cuando decidí reincorporarme al mercado, ya era muy mayor y con muchos estudios a mis espaldas. Combinación perfecta para darte leche tras leche. Mis breves intentos por incorporarme a una empresa tradicional acabaron fatal, ya que me hizo saber que no servía para ser mandado por cualquier cretino, que no podía currar en una oficina, que no soportaba nada de lo que me ofrecían, que necesitaba vivir mi vida y marcarme mi propia disciplina, que no aguantaba que nadie me impusiera sus obligaciones y sus metas... en definitiva, que era INDEPENDIENTE hasta en eso.


Y, de golpe en golpe y de mala experiencia en mala experiencia, llegué hasta donde estoy ahora, a convertirme en trabajador a cuenta propia, en autónomo. Sin jefes, sin pelotas, sin plastas, sin que nadie me diga, me imponga, me mande, me EXPLOTE directamente. Creo que este es el estado perfecto para una persona como yo: sin ambiciones extraordinarias, con necesidad de ser YO mismo, sin tener que aguantar a más imbéciles de lo necesario. Ya sé que esto tiene sus puntos negativos, pero después de varios años en esta tesitura, creo que no volvería atrás, y que no hay ascensos, ni pagas, ni viajes de empresa, ni estatus social que compense los muchos momentos que te proporciona el trabajo propio y desde casa. El sentirte que lo haces para ti y para los tuyos. El levantarte a comer y beber cuándo y lo que te salga de las narices. El distribuirte el tiempo según tu trabajo. El ver crecer a tus hijos junto a ti. El no tener jerarquía que te exija nada. El vivir tu vida y no la de los demás.




Ser autónomo es lo mejor para un indie. Dejad vuestras empresas, decidle a vuestros jefes y compañeros de oficina lo que pensáis de ellos. Currad para vosotros. Dejad de ser explotados por y para las multinacionales. Derribad el sistema. Hay vida más allá de la empresa establecida.

¡En serio!


Federica Pulla


6 comentarios:

MJ dijo...

¡Qué foto final!!!

Apuntillador sin Prejuicios dijo...

Caray, Federica, ¡qué puntería!. He de reconocer que hasta ahora sólo he leído el último párrafo de tu post de hoy. ¿La razón? A mi empleador no le gusta que pierda el tiempo en estos avatares, jaja. Pero has dado en el clavo. Sí, sí, el apuntillador es un vulgar empleado por cuenta ajena. Es más que eso: es un puto subcontratado. Tiene algo de poder de decisión en su miniempresa, aunque ni por esas se siente bien con ello. Pero quiere dejar de serlo. Anda en ello unos cuantos meses. Y se deprime en el trabajo. Y le gustaría decirle a cada uno con quien trabaja lo triste que le parece estar 40 horas a la semana haciendo cosas aburridas. O felicitarles sinceramente por haber encontrado diversión y realización en algo tan insulso y falto de interés como la gran empresa, la carrera por el poder adquisitivo y todo lo que implica la vida profesional pija, esa que permite ir de 'casual' los viernes, pero que asímismo prohibe usar vaqueros bajo pena de exclusión social.
Así de quemado está el apuntillador, señores. Y de verdad que esto es un acicate, Federica, gracias.

Anónimo dijo...

de nuevo, casualidad, me encuentro en ese mismo punto...

Apuntillador sin Prejuicios dijo...

Se me olvidaba un detalle importante: ¡¡¡en este sitio no se puede escuchar música con cascos!!! ¿Es esto lo que llaman progreso? ¿Libertad?

alex dijo...

Hasta hace poco no me podia quejar de mi trabajo como asalariado para una gran empresa, pero de un tiempo a esta parte, dentro de la misma empresa pero con diferente jefe y compañeros, envidio el trabajar para uno mismo. Vaya, envidio la calidad de vida que tienes/teneis los que trabajais no solo para vosotros sino en vuestra propia casa. Por otro lado, no me veo de autónomo ni se me ocurre a que me podria dedicar. Poco independiente que es uno... :-)

saludos

uachi dijo...

suscribo al 100% puntos, comas y cada párrafo de tu escrito, federica.
de hecho no hace mucho mas de 6 meses mande a tomer por el culo (asi como suena) 10 años de multinacionales, titulitos, viajecitos, bonusitos, jefecitos y mas jefecitos y todo un ejercito de chupatintas mediocres, conserjes con galones para iniciar una nueva vida laboral por mi cuenta y completamente diferente.
Y hay quienme llama valiente....no es valentía es simplemente capacidad de aguante y darse cuenta que esta vida se vive solo una vez como para vivir aferrado a lo (supuestamente) seguro