Yo quiero ser como Carlos Ballesteros. Quiero poder cantar de todo, ser ineteligente, sensible y divertido. Ser tangencial y muy agudo. Estar dotado para la vanguardia. Tener modales, tener cara dura, y capacidad para pasar verguenza ajena. Observar lo que me rodea con la mirada inocente que da la malicia. Quiero poder hacer un disco como Animalillos. Poder hablar de todo, de todos y para todos. Y tambián hablar para que nadie me escuche. Hacer una obra redonda y que parezca un timo. Quiero ser Carlos Ballesteros y hacer discos de Hidrogenesse al lado de Genís Segarra.
Quiero ser irónico sin resultar cínico. Decir cosas inteligentes y no parecer maleducado o sobreeducado. Quiero decirlo en un disco como Animalitos (Austrohúngaro, 2007). Poder empezar un bestiario fonográfico con una canción rara como Caballos y ponies. Conjugar el verbo desparasitando y que parezca que hablo de las sutilezas del alma. Quiero hacer un disco de tecno-inteligente, de verdad inteligente. Pero que no deje de ser sentimental, ni tampoco incisivo... Un disco que parezca de Momus. Pero con cosas que pasan aquí y que se entienden mejor aquí. Con vanguardia de rastrillo que se acaba volviendo objeto de lujo, no necesariament deportivo. Quiero saber hacer la crónica del solipsismo moderno, escribir Disfraz de tigre y no tener que mencionar la palabra alienación cuando cante la letra. Quiero poder retratar el morbo homoerótico castizo y generalizado que se vive en la oficina de españa con el salero certero con que lo hace él en El poder de tus tejanos.
Todo es Lynch, tumbado bajo el árbol lo pienso muchas veces. Pero no soy capaz de decirlo como lo dice Carlos. El árbol donde enterramos perros y teclados ¿te das cuenta de lo que está diciendo? Cantaría con los pájaros y, si dibujase como él, te haría un retrato. Esto lo dice él en El árbol. Quiero ser raro para no parecer cursi, o poder parecerlo sin remordimientos de conciencia. Hablar de la gente que no mueve un dedo, firmar Los perezosos y hablar de la vagancia existencial sin que parezca que le reprocho nada a nadie. Quiero que los Espanto recomienden mi disco cuando hablan por teléfono con sus amigos. Y que Alfonso Melero toque la batería en él. Quiero poder decir, sin la boca pequeña, vamos a casarnos. Por conveniencia, que también es una forma de amor al fín y al cabo.
Quiero una vida antigua en un castillo que no fue terminado. Quiero ser Carlos Ballesteros. Quiero todo esto, pero sé perfectamente que es demasiado tarde para que sea posible. Y, tal vez sea mucho pedir. Por eso escucho Animalitos de manera obsesiva, para ver si, por lo menos, quedo atrapado como cara B sorda en su galería de realidades bestiales, ridículas y tiernas (animalitos, al fín y al cabo, somos todos). ¡Dios, cómo te odio Carlos Ballesteros! Qué disco el de Hidrogenesse.
Animalitos ya está en la calle. Hidrogenesse estarán tocando el día 30 de marzo en Madrid en la Sala El Sol.
Quiero ser irónico sin resultar cínico. Decir cosas inteligentes y no parecer maleducado o sobreeducado. Quiero decirlo en un disco como Animalitos (Austrohúngaro, 2007). Poder empezar un bestiario fonográfico con una canción rara como Caballos y ponies. Conjugar el verbo desparasitando y que parezca que hablo de las sutilezas del alma. Quiero hacer un disco de tecno-inteligente, de verdad inteligente. Pero que no deje de ser sentimental, ni tampoco incisivo... Un disco que parezca de Momus. Pero con cosas que pasan aquí y que se entienden mejor aquí. Con vanguardia de rastrillo que se acaba volviendo objeto de lujo, no necesariament deportivo. Quiero saber hacer la crónica del solipsismo moderno, escribir Disfraz de tigre y no tener que mencionar la palabra alienación cuando cante la letra. Quiero poder retratar el morbo homoerótico castizo y generalizado que se vive en la oficina de españa con el salero certero con que lo hace él en El poder de tus tejanos.
Todo es Lynch, tumbado bajo el árbol lo pienso muchas veces. Pero no soy capaz de decirlo como lo dice Carlos. El árbol donde enterramos perros y teclados ¿te das cuenta de lo que está diciendo? Cantaría con los pájaros y, si dibujase como él, te haría un retrato. Esto lo dice él en El árbol. Quiero ser raro para no parecer cursi, o poder parecerlo sin remordimientos de conciencia. Hablar de la gente que no mueve un dedo, firmar Los perezosos y hablar de la vagancia existencial sin que parezca que le reprocho nada a nadie. Quiero que los Espanto recomienden mi disco cuando hablan por teléfono con sus amigos. Y que Alfonso Melero toque la batería en él. Quiero poder decir, sin la boca pequeña, vamos a casarnos. Por conveniencia, que también es una forma de amor al fín y al cabo.
Quiero una vida antigua en un castillo que no fue terminado. Quiero ser Carlos Ballesteros. Quiero todo esto, pero sé perfectamente que es demasiado tarde para que sea posible. Y, tal vez sea mucho pedir. Por eso escucho Animalitos de manera obsesiva, para ver si, por lo menos, quedo atrapado como cara B sorda en su galería de realidades bestiales, ridículas y tiernas (animalitos, al fín y al cabo, somos todos). ¡Dios, cómo te odio Carlos Ballesteros! Qué disco el de Hidrogenesse.
Animalitos ya está en la calle. Hidrogenesse estarán tocando el día 30 de marzo en Madrid en la Sala El Sol.
9 comentarios:
Mola!
Qué chulísimo disco y qué bonito post, David. Y qué brianenización la de estos dos fistros, por cierto...
El 30 de marzo ya tenemos plan, ¿no?
El día 30 de marzo, como clavitos viendo a este segundo dúo dinámico. Por supuesto, Doggy. Respecto a la imagen a lo ENO, me muestro muy a favor. Genís y Ballesteros son las dos personas más avanzadas en lo que se refiere a imagen personal de TODO el país. Ellos SON el referente.
Y cuesta diez euritos. Que hay que decirlo.
Recuerdo un concierto que dieron en Gijón Astrud en el que Genís llevaba un traje de chico de una pieza blanco que le hacía parecerse aun más a Brian Eno.
"Animalitos" es un discazo, sí señor, memorable desde esa inquietante portada. Me ha encantado el disco y tu post.
¿Habrá que comprar la entrada por anticipado?
Pues voy a intentar estar allí el 30.
Muyyyy bonico. mucho. y ellos dan una envidia espeluznante!
hay plan!
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