Agua, azucarillos y... ¿aguardiente? (reprise final)

Punto y final a nuestro primer viaje por el sólo es pop, mamá de ahora mismo. Si en los dos primeros capítulos escogí al azar un par de grupos recientes que, pese a todos sus defectos, lanzan su propuesta con una decidida vocación indie, escogemos para este reprise un duo que nada entre dos aguas. Presento para cerrar esta saga a unos grupos que coquetean con lo comercial alternativo. Casi clones de La Buena Vida o de la terrible Oreja, saben empelar las artimañas adecuadas para gustar a propios y extraños. Unos grupos a los que, además de pedirles buenas canciones, cabría preguntarles de qué lado están.

MARLO
No es ningún secreto que el Sr. Tremolino es mi guía en los niveles más subterráneos de nuestro underground. Escucho cada disco que pone en mi mano con total atención. Por eso, cuando me comentó que le habian enviado el cedé de un grupo llamado Marlo con recado de que me lo hiciese llegar no pude más que abrirme de orejas. El CD-R en cuestión llamado Once again with feeling es una compilación de todas las demos que han publicado hasta la fecha, tanto con el nombre de Marlo como con el de Riviera, grupo antecesor al que hoy nos ocupa. Procedentes de Palma de Mallorca, este cuarteto participa en el nefasto Proyecto Demo Benicassim. No muy buena señal, la verdad. El caso es que Marlo hace pop bien hecho, pero sosito y como sueco. Lo peor de su la historia es que sus aciertos están milimétricamente copiados de los de aquellos que les precedieron (Velocette, los Shermans, Camera Obscura, dicen ellos). También se parecen a los Tender Trap, digo yo. Bonitas melodías, una cierta gracia compositiva, una canción que se llama Comic Book Girl y que es resultona... Otra canción buena de verdad que es Like a movie. Si dijese que tienen influencias de los Siddeleys algunos se echarían las manos a la cabeza, pero no sería tan descabellado. En el 2001, Riviera cantaban en castellano y eran menos twee y más ñoñis. El inglés les ha sentado bien, pero queda fatal siempre. Por ahora, archivar junto a los infumables Underwater Tea Party hasta nueva orden.


ÍNDIGO
Lo de estos valencianos sí que tiene delito. Un habitual comentarista de este blog me los describió como un grupo "del estilo de Espanto". Como soy muy amigo de los Espanto, paso por alto la comparación y entro en materia. Las dos canciones que tienen colgadas en su espacio están cerca, cerquísima, de las de una Buena Vida otoñal. Es decir del Panorama (Siesta, 1999) en adelante. Romanticismo y arreglos de cuerda, guitarras que parecen sampleadas (¿debería decir fusiladas?) a los donostiarras... Puro melodrama, lo de estos finalistas del mencionado Proyecto Demo en los años 2005 y 2006. Mucho cartón piedra y mucha técnica. Lujo y nivel que darán el pego con algunos. Lo mas curioso es ver cómo la copia que hacen del estilo de Irantzu y compañía es tan fidedigna que llegan al punto de calcar en sus primeras canciones los comienzos de LBV. Un juego especular con un ligero toque macabro. De sus comienzos me gusta mucho El Azul del Verano (tremenda y con una letra chungísima de hastío post-adolescente) y Nosotros en abril, que se pueden escuchar aquí. Por lo demás, son bastante escalofriantes. En 2007 graban su primer LP.




Al final, ha sido todo un viaje musicado por la geografía de nuestra península. Todo para descubrir que el pop difícil es el que mejor nos sale. La melodía perfecta es esquiva en nuestros parajes. La simplicidad y las letras candorosas acaban por producir sonrojo y parecer burdas distracciones estudiantiles. Tal vez ése pop simpático, romántico y sin pretensiones estaba llamado a tener un único, breve e inocente instante de gloria, que se materializó en el Donosti Sound. Un movimiento que, casi por casualidad, acabó resultando sorprendente y rompedor gracias a su total ausencia de complejos. También es cierto que estaban armados de mayor valentía y más talento. Estos grupos son otra cosa. Para ellos lo indie es el FIB, las tiendas de cosas de los sesenta y los dos últimos discos de La Buena Vida. Alguna cosa sueca, si me apuran. Víctimas y verdugos de la falaz cultura alternativa que impusieron los medios y las agencias de publicidad más chic a partir de la segunda mitad de los noventa. Puro pop imposible de cuadrar. Tres minutos, te quiero, no te quiero, me voy de aquí, salto la tapia... Parece fácil, ¿verdad? Pues miren qué panorama tenemos.