Aunque creamos que no es necesario, obcecados por una búsqueda perpetua de la calidad musical máxima, muchas veces es neceario tener a mano pequeñas distracciones musicales que, irrelevantes y un poco insustanciales, alegren los fines de semana de invierno. No, aquí no viene a tocar tanta gente de fuera, así que más vale aprovechar ahora que todavía tenemos el Neu! Club con su programación de indie actual (si no va nadie, luego que no se queje nadie) y su activo mini-circuíto y disfrutar no sólo de las luminarias míticas, sino de esos otros grupos menores pero a los que siempre anima ver sobre las tablas.
Animados, en conclusión, por esta filosofía estético-posibilista, nos acercamos el Sr. Tremolino y su seguro servidor a ver a los Legends . El Neu!Club está muy cerca del karpoviano refugio en la Malasaña pija y al lado del futuro domicilio del Sr.T, nuevo hijo adoptivo de Arapiles. Además, mientras subíamos la cale Galileo, bajo una lluvia fina, pudimos hacer una introducción rápida a las tiendas de discos del barrio (Club de Amigos del Disco, Disco Express ...). Y, realmente, nos plantamos en un plis plás en la puerta de la sala. No había cola y entramos sin problemas, dispuestos a ver a los suecos.
Los Legends son un grupo que, desde el momento de su aparición, me llamaron la atención. Nacidos con la encomiable intención de introducir frescura, diversión y un poco de guarrería sonora en un estilo que se estaba muriendo de puro alambicado, como era el popular pop sueco, se puede decir que no han coseguido su propósito, pero caen más simpáticos que el resto por hacer, al menos, el intento de cambiar la aburrídisima situación. Es precisamente uno de los factotums supremos del sonido, Johan Angergård (Club 8 , Acid House Kings), quien decide combinar el pastiche Motown - Comet Gain - Action Time con la dulzura twee nórdica sin más intención que la encomiable voluntad de salvar el juguete. Su primer disco, Up against the Legends (Labrador 2004), fresco y divertido, no está mal, y mejora mucho si se mira desde esta perspectiva. También es cierto, que con su segundo larga duración (Public Radio, Labrador 2005) el invento pierde fuelle y aparecen ya convertidos en el enésimo combinado de ese smorgrasbord del indie global que es la monopolística escudería Labrador. Además y como ya sabemos, esta Operación-Resurrección se vería frustrada, un poco más tarde, por la aparición del panoli de Jens Lekman, que volvería a sumir a lo sueco en un autocomplaciente y letal hype. Pero los Legends ahí han quedado, como un grupo simpático capaces todavía de darle una vuelta no muy profunda, pero sí agradable, a un sonido que está preso desde hace años de un taxidérmico y soporífero exceso de apego a sus ensimismados planteamientos musicales.
Lo primero que llama la atención es que, ante una sala en la que no habría más de cien personas (una sala lo suficientemente grande como para que la ausencia de público resulte clamorosa), los suecos ofrecen la mejor de sus sonrisas, simpatía y unos chistes que, dada su nórdica condición, hacían un efecto un poco tuno y bizarro. La verdad, hay que reconocerles humor y buena disposición. Porque, los Legends ofrecieron más de lo que se esperaba de ellos. Y mucho más de lo que las circunstancias les hubiesen exigido, ojo; otros hubiesen puesto cara de palo, hubiesen tocado un repertorio básico y se hubiesen largado camino del Japón. Sin embargo, Angergård y los suyos inentaron en todo momento dar la vuelta al marcador poniendo en escena canciones divertidas, interpretadas con ganas, con ánimo y alegría. En ocasiones, en los momentos más twee, uno recordaba aquellos Años Noventa y lo que nos gustaba el Sonido de la Joven Suecia, y lo fino que nos parecía, sin poder evitar sentir una notable complicidad con la banda. Otras veces, al sonar canciones rotundas como Call it ours o Lucky Star, es mejor dejarse llevar por su saltarina filosofía pop y rendirse a la evidencia... The Legends son intrascendentes, pero divertidos, su pop rotundo funciona en directo de manera simple. En los mejores momentos, el concierto fue sincero y lleno de un entusiamo falto de pretensiones muy nórdico, muy funcional. Sin mucha alcurnia, pero eficiente. Indie-pop al estilo IKEA.
Como contrapartida, algunos de los súper-disco-hits de su recién lanzado albúm, Facts and figures (Labrador, 2006), suenan a pastiche con sus (obvias y comercialonas) gotas de franzferdinandismo. ¿Pop de baile sueco? Pues eso. También nos sorprendió descubrir que el sonido de guitarras empastado que fue marca distintiva de esta cuadrilla (el atractivo de un twee pop más guarrete) no estaba por ninguna parte, y se presentaban cristalinos al más puro estilo sueco de toda la vida, aunque un poquito más subidos de revoluciones. Sin embargo, también es cierto que, con canciones tan frescas y rotundas como Play it for today y su modesta simpatía se nos metieron a todos en el bolsillo. La cosa terminó bien, por tanto, con la gente animada y contenta. Nos despidieron con un último bis, tras el cual el señor Angergård comenzó su sesión de DJ con éxitos de soft pop y sonido A&M no muy apetecibles para un sábado noche así que, acompañados por un miembro de Los Punsetes, nos encaminamos de vuelta a Malasaña comentando la jugada. Y lamentando que, mucha red social, mucho blog y mucha gaita, pero nadie deja el discotecódromo un rato para, por diez eurillos, verse a un grupete de pop que no está nada mal. A este paso, llegamos a febrero y nos quedaremos sin ver a los Loveninjas.
10 comentarios:
con tu valoración de los legends (sin haberles visto en directo, claro), bastante de acuerdo, pero con lo de jens lekman me parece que te equivocas del todo. favor de decirme tres o cuatro crooners que estén haciendo mejores letras que este sueco últimamente.
Ya, ya ...
Pues prepárate para ver la audiencia que va a acudir a Momus ... Madrid en mitad de un macropuente ...
Y es que esta ciudad es así !!!!
De todas formas ... ¡¡¡ Bravo por el Neu!!!!!!
Marta,
conste que a mi Jens Lekman no me parece mal: musicalmente es una cosa de alto nivel, letras inteligentes, sonido perfecto y todo eso. Pero lo veo pura forma, todo muy vacuo, muy previsible, muy moderno y muy perfecto. Pero me aburre soberanamente, la verdad. Disfruto sus discos una semana y me acabo olvidando de ellos. Claro, peor es lo del Perro del Mar, pero eso es otra historia...
Me parece más sincero lo de los Legends, como ya digo en este post. Sin pretenciones y divertidos.
Sin embargo, insisto, lo mejor que viene del frío, casi los únicos que han sabido insuflar vida al pálido sonido twee sin hacer tanto aspaviento son los divinos Sambassadeur. No loveninjas, ni lovekevins ni nada de nada.
Hola Karpov. Gracias por tu apoyo... me alegro que te esten gustando los conciertos del Neu! y esperemos durar más alla de febrero :P . Por cierto, un mensaje para Francisca, Momus no es en el puente es el dia 16... así que ya no hay excusas.
Saludos a todos!
Ganas tengo de poder decirle esta tarde que ya soy vecino de Arapiles.
¡A momus iré en pantunflas!
Estupendo Nacho!!!
Me has dado una alegría de las gordas! (yo pensaba que me iba a perder a Momus)
Desde aquí mi enhorabuena por tu maravillosa iniciativa y que dure mucho, mucho, mucho, mucho !!!!!!
Yo hoy no comparto nada :-)
Ni el aprecio por The Legends, que a cada disco me parecen más perdidos y lejos de las mejores composiciones de este señor, ni mucho menos la falta de entusiasmo por El Perro del Mar, que me parece una propuesta (en lo musical, que la historia del grupo y demás me da risa) muy interesante y absolutamente personal en la Suecia que todos conocemos. En cuanto a Lovekevins, lo escuchado hasta ahora está en un notable alto, y aguardo su Lp de debut con mucha ilusión. Loveninjas juegan en una división inferior a todos éstos, pero no por ello son objeto de menosprecio puesto que me divierten.
Y Sambassadeur muy bien, sí, ahí sí estamos juntos :-)
Ah, y estoy enganchadísimo a Vapnet y, en general, a gran parte de la producción del sello Hybris. Además, algunos de sus videos horteras rozan lo sublime, es lo que tiene creerse arty, de ridículo a veces hasta hace gracia. Pero eso en cuanto a la imagen, porque musicalmente muy bien, eh!
Saludos,
Manuel Soleado
Manuel pues mira que a mi casi me gustan más los Loveninjas y los Lovekevins que el mencionado Perro que me aburre y me enerva sobremanera.
De los Legends, apoyo totalmente tu visión de su carrera discográfica. Pero, a pesar de eso, en directo estuvieron simpáticos y animados. Las canciones se dejaban disfrutar y está muy bien poder ver a estos grupos un sábado noche. Como distracción de un rato es mejor que muchísimas cosas... Si coincidimos en el tema Sambassadeur ya es bastante :-) Además, la gracia es esa ¿no? que a unos nos guste una cosa y a otros otra.
Nacho, solo me sorprende que un club con buen sonido, increíble escenario y una programación de conciertos actuales tenga a tan poquita gente. Deseo fervientemente que la vida de NEU! Club sea MUY laaaaarga.
karpov, yo veo lo que dices de lekman, quizá a veces suena demasiado perfecto y tengo que reconocer que tiene canciones aburriditas, pero en cambio otras... tiene el tío siete u ocho que le hacen merecerse la corona de escandinavia.
a lovekevins es que les falta un disco entero, un elepé del que puedas decir que no ha fallado, porque por ahora son sólo expectativas.
y del perro dichoso... yo es que no le veo nada de interesante y me parece otro de esos bluffs misteriosamente inexplicables. lo único que mola mucho de esa mujer es su contribución en i don't know if she's worth 900kr, que es una canción del lekman.
pero para qué vamos a volver a la polémica, si por una vez estamos los tres de acuerdo: sambassadeur son los más fantásticos.
gracias Karpov por la crónica de los Legends. era sábado y la vida social pudo más que mi aficción musical, debe ser que me estoy haciendo mayor o me estoy volviendo menos friki.
A mí el primero de los Legends me gusta y mucho. El segundo a un no lo he escuchado pero a ese hombre hay que hacerle un monumento aunque solo sea por Club 8 y los Acid house kings. por mi como si no hace nada bueno en el resto de su vida.
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