
A vueltas como estamos con las identidades nacionales alternativas, parece que va siendo hora de que empecemos a pensar qué pasa con nuestra nación indie y su eterno exilio interior. Tras el desmantelamiento de la música juvenil y el avance de la horrenda escena fake-punk noctámbulo y millonario (Veracruz, Margarita, Ginferno, Garzón y con ellos toda la vendidísima prensa pop ...puaj!) poca resistencia se puede articular. Aún así, documentamos dos nuevos intentos de jangle-pop partisano que se unen a las células existentes en Irún (Tremolina versión blog), Barcelona (Escuela moderna, Discos Harte, J.Irizar) o los desarticulados pero militantes grupúsculos madrileños. Un nuevo sello, Tragadiscos (Sevilla), y un grupo maquetero, Dormouse (Madrid-Andalucía) se incorporan al planeta indie. ¡Menos mal!
1. EL SELLO
Parece que este movimiento popular nace de mecánicas divinas, como diría aquel, ya que resiste contra viento marea. El caso es que, a lo largo del pasado Ladyfest Jesús Miguel (Tremolina), Luis (Espanto) y yo, pudimos adquirir a primera referencia del sello Tragadiscos. Según nos contó la pareja responsable, su objetivo era editar únicamente singles de vinilo por ahora. No tendrian grupos fijos y editarían rarezas que cediesen grupos ya conocidos en la nación indie. ¿Esto va a ser una cosa como Caff? -les pregunté- me dijeron que sí y me intentaron explicar quiénes eran los Lucksmiths o los Shermans. Es decir, un proyecto curioso que se inicia con ilusión, una cierta voluntad de formar a la celtiberia indie y una cierta inocencia. Para mi gusto, a estas alturas ya habría que ir dejando a un lado los guiños al twee-pop de los noventa y hacer gala de una actitud más chulesca (más C-86, si quieren) porque al final es que se nos comen. Pero aún así este 7" mini-sampler edición limitada a 250 copias supone una bonita presentación.

A pesar de que la cara B empieza con el clásico pop escandinavo propio de los Shermans, Ignorance is bliss,(¡qué nostalgia de aquellos Happydeadmen que dieron tanto relumbrón al pop sueco!), es decir de manera aburrida; Pipas (que por mucho que digan algunos es un grupo imprescindible en la actualidad) hace que se nos ilumine el oído con la increíble ru.La historia se cierra con los Charm Filter (con miembros de Camera Obscura)y la bonita
Coming back to me now. Y uno se queda tan contento, en primer lugar porque el indie pop todavía funciona en su formato natural, el single, incluso grupos como los aquí reunidos, que tampoco es que sean increíbles, todo hay qu decirlo. Hay esperanzas por tanto. En segundo lugar, porque el hecho de que haya gente en Sevilla con humor para estas aventuras es motio de alegría y, por lo menos en este momento, merecen nuestro apoyo incondicional y que les compremos todas las referencias.

2. LA MAQUETA
Dormouse son una pareja de chiquitos andaluces (chico y chica, como Pipas) que pasean por Madrid sus canciones de indie al estilo pastelista y teenage fanclubiano (más lo segundo, eso sí). Para consolarnos de que cantan en inglés facturan canciones preciosas y de una delicadeza inusitada por estos pagos. Recomendados con fervor por Guillermo Z. del Águila, artífice principal de que la demo cayese en estas manos, el CD-R sin títulos, créditos, dirección de contacto o nada que se le parezca, es una colección de perlitas delicadas, bonitas, sensibles, optimistas, inocentes y cualquier otro adjetivo que aplicarían a discos como Mobile Safari (Pastels), C-86 and more (BMX Bandits) o Gran Prix (Teenage Fanclub) más una versión de los Magnetic Fields. 

Como sucedió cuando descubrimos a J.Irizar, su actitud de duendes indies sin resabio ninguno y su habilidad para recrear el espíritu de Geographic con una cándidez incluso superior a la de las bandas del sello capitaneado por el singular Stephen Pastel, hace pensar que aquí tenemos a unos artífices del mejor "pastelismo internacional" y que, de tener una mínima infraestructura (sellos, radios, público...) grupos como Dormouse podrían estar sonando tranquilante en la tienda Avalanche sin desmerecer en absoluto de sus mentores escoceses.
Ya ven, aunque de manera modesta, parece que nuestra jangle nation resiste todavía ante los embites de la cruda realidad musical española. A ver si para el año 2006 (¡20 años del C-86!) se recrudece la lucha y este país tan roqero siente un poco el miedo a un planeta indie.
tremolina indie-pop