Estimados lectores, amigos y enemigos de Karpov, no hace falta que direccionéis más vuestros navegadores al origen de la estéril polémica que nos ha tenido ocupados y morbosamente distraídos en los últimos días. He decicido, de manera excepcional suprimir esta entrada. No es algo que me agrade pero, en cierta medida creo que es lo más correcto.
Fruto de un estúpido equívoco, no ha hecho más que dar lugar a comentarios insólitos, estúpidos y ofensivos. Coincidiendo con lo expresado por El Zurdo en su web, basta con el primer comentario y su posterior réplica. A la que tan sólo querría matizar que el móvil no era en absoluto malévolo, como se interpretó incialmente. Aquel concierto me gustó y me resultó totalmente estimulante, en los términos en los que lo expresé en su día. La reacción del interesado y su entorno me ha decepcionado enormemente en lo intelectual y, en algún caso puntual, en lo personal. Punto final.
Como no es, ni ha sido nunca, mi intención descalificar a nadie, elimino cualquier referencia personal a aquellos con quienes he mantenido diferencias en estos últimos días. De la misma manera que se ha hecho en la web de El Zurdo con las palabras vertidas sobre mi persona. Igualmente, elimino los broncos comentarios de una y otra parte que no son, precisamente, un ejemplo de altura dialéctica. Pido, de antemano, disculpas a los autores interesados. Pero, es mi fiesta y lloro si me da la gana. Creo que las opiniones que tenemos unos de otros son las que son. Y cada cual ha sacado sus propias conclusiones de lo visto en los últimos días. Por otra parte, estas diferencias son de sobra conocidas por los interesados y no es necesario airearlas para disfrute de internautas morbosos o desalmados ventajistas.
Además me gustaría aclarar que este blog se escribe principalmente para hablar de música, expresar opiniones sobre conciertos y discos. Celebrar lo que me gusta y quejarme (un poco) por aquello que me disgusta. No es (ni ha sido nunca) mi intención zaherir, descalificar, ni alzar dedos acusadores o pedir explicaciones a unos y otros sobre la moralidad de sus acciones o de sus posiciones eticas o estéticas. Parece que muchos, han querido ver en estas (en ocasiones, encendidas) páginas las soflamas de un talibán de backstage. No, nunca han querido ser eso.
Es obvio que Karpov no es un ejemplo de nada, como saben todos los que me conocen. Tampoco he querido presentarme como tal. La intención última de mis palabras es sólo publicitar modestamente la buena música y (ocasionalmente) expresar mi crítica o desavenencia artística con algún fulanito que otro. También hablar de muchos grupos de los que no habla nadie casi nunca. No he querido dedicar este blog a ajustar cuentas con nadie, ni ampararme en un alias para poner a caldo a unos u otros; es cierto que la fatuidad me ha podido llevar por ese camino en ocasiones mucho más contadas de lo que algunos quieren hacer ver. Lo siento, pediría disculpas si no fuese por que muchos lo tomarán como un arrepentimiento general y no es el caso.
No se trata de eso. Tampoco se trata de recular en el momento en que me dan a probar "mi propia medicina", como alguno pensará; puedo devolver golpes mejores que los últimos recibidos. Y volvería a escribir todas y cada una de las palabras escritas en circunstancias similares (eso sí, con menos faltas de ortografia). Es sólo una cuestión de no envilecerse en el trascurso de batallas que, en última instancia, ni me van ni me vienen. Allá cada cual con lo suyo. Yo ya tengo bastante con lo mío. Prefiero hablar sólo de lo que me gusta a que me echen en cara que hago ésto por tener un púlpito desde el cual poner a parir a quien se me antoje o por el morboso ánimo de salvar patrias. Que tampoco es.
Y, finalmente, por no cansarse con tareas demasiado estúpidas teniendo cosas más interesantes de las que hablar.
Si quieres leer otras versiones de lo acontecido aquella noche, pincha aquí
Fruto de un estúpido equívoco, no ha hecho más que dar lugar a comentarios insólitos, estúpidos y ofensivos. Coincidiendo con lo expresado por El Zurdo en su web, basta con el primer comentario y su posterior réplica. A la que tan sólo querría matizar que el móvil no era en absoluto malévolo, como se interpretó incialmente. Aquel concierto me gustó y me resultó totalmente estimulante, en los términos en los que lo expresé en su día. La reacción del interesado y su entorno me ha decepcionado enormemente en lo intelectual y, en algún caso puntual, en lo personal. Punto final.
Como no es, ni ha sido nunca, mi intención descalificar a nadie, elimino cualquier referencia personal a aquellos con quienes he mantenido diferencias en estos últimos días. De la misma manera que se ha hecho en la web de El Zurdo con las palabras vertidas sobre mi persona. Igualmente, elimino los broncos comentarios de una y otra parte que no son, precisamente, un ejemplo de altura dialéctica. Pido, de antemano, disculpas a los autores interesados. Pero, es mi fiesta y lloro si me da la gana. Creo que las opiniones que tenemos unos de otros son las que son. Y cada cual ha sacado sus propias conclusiones de lo visto en los últimos días. Por otra parte, estas diferencias son de sobra conocidas por los interesados y no es necesario airearlas para disfrute de internautas morbosos o desalmados ventajistas.
Además me gustaría aclarar que este blog se escribe principalmente para hablar de música, expresar opiniones sobre conciertos y discos. Celebrar lo que me gusta y quejarme (un poco) por aquello que me disgusta. No es (ni ha sido nunca) mi intención zaherir, descalificar, ni alzar dedos acusadores o pedir explicaciones a unos y otros sobre la moralidad de sus acciones o de sus posiciones eticas o estéticas. Parece que muchos, han querido ver en estas (en ocasiones, encendidas) páginas las soflamas de un talibán de backstage. No, nunca han querido ser eso.
Es obvio que Karpov no es un ejemplo de nada, como saben todos los que me conocen. Tampoco he querido presentarme como tal. La intención última de mis palabras es sólo publicitar modestamente la buena música y (ocasionalmente) expresar mi crítica o desavenencia artística con algún fulanito que otro. También hablar de muchos grupos de los que no habla nadie casi nunca. No he querido dedicar este blog a ajustar cuentas con nadie, ni ampararme en un alias para poner a caldo a unos u otros; es cierto que la fatuidad me ha podido llevar por ese camino en ocasiones mucho más contadas de lo que algunos quieren hacer ver. Lo siento, pediría disculpas si no fuese por que muchos lo tomarán como un arrepentimiento general y no es el caso.
No se trata de eso. Tampoco se trata de recular en el momento en que me dan a probar "mi propia medicina", como alguno pensará; puedo devolver golpes mejores que los últimos recibidos. Y volvería a escribir todas y cada una de las palabras escritas en circunstancias similares (eso sí, con menos faltas de ortografia). Es sólo una cuestión de no envilecerse en el trascurso de batallas que, en última instancia, ni me van ni me vienen. Allá cada cual con lo suyo. Yo ya tengo bastante con lo mío. Prefiero hablar sólo de lo que me gusta a que me echen en cara que hago ésto por tener un púlpito desde el cual poner a parir a quien se me antoje o por el morboso ánimo de salvar patrias. Que tampoco es.
Y, finalmente, por no cansarse con tareas demasiado estúpidas teniendo cosas más interesantes de las que hablar.
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