25 febrero 2007

Los planos de la fábrica de sueños



La historia de Factory Records ha quedado unida, de manera indeleble al imaginario popular de los años ochenta y noventa. El periplo de la discográfica que fundase, animase y, finalmente, llevase al colapso el carismático y extrevagante Tony Wilson es, posiblemente, una de las aventuras más ambiciosas, delirantes y legendarias de la cultura popular. Aventura que el excelente libro
Factory records. The Complete Graphic Album de Matthew Robertson (Thames and Hudson, 2006) viene a documentar de manera excelente, retratando su modernismo totalizador insólita e inédita, hasta la fecha, precisión.


Durante los dos últimos meses, he estado disfrutando de manera esporádica este gigantesco coffee table book. Mirando los santos y los diseños en él incluidos que son muchísimos, variados y muy atractivos para el fan. Si, en lo musical, el legado de Factory, muchas veces se difumina, no cabe duda que la imagen corporativa que generó cobra, con el paso de los años, una insólita fuerza y sirve para ofrecer la exacta dimensión de la aventura del sello de Manchester. Para el aficionado a la música, el curioso rastreador de la cultura popular y el amante de las artes visuales, este libro es una auténtica joya, puesto que documenta todos y cada uno de los elementos gráficos, decorativos y arquitectónicos, empleados por el sello de Manchester a lo largo de sus más de diez años de historia. También permite observar la evolución y primeros años de formación del legendario diseñador brit Peter Saville, y apreciar el peso que tuvo la enorme libertad creativa disfrutada en dichos años en su meteórica carrera posterior. Otra cosa buena es poder disfrutar de una visión ordenada y global de los trabajos del resto de diseñadores de la casa (en especial el delirio rave de Central Station Design). Para el amante de los discos hay verdaderas maravillas, curiosidades, posters insólitos, y una nómima muy completa de los artefactos e imposibles portadas y formatos que conformaron la peculiar identidad de la compañía fonográfica mancuniana.




Pero, sin duda, la parte más interesante y la que [dimensiona] mejor permite calibrar el esfuerzo cultural que llevó a cabo Wilson durante los años de vida del sello, esté en aquellos otros documentos sobre la realidad extramusical de la compañía. Realidad, sin duda, mucho más importante que os propios discos que dejó grabados el sello y la única que puede dar una idea relevante de su legado. Me refiero a las secciones sobre los proyectos de ocio (The Haçienda, DRY 205), a sus oficinas centrales, la imagen de las diferentes divisiones, las políticas de naming y branding
(papelerías corporativas, felicitaciones, cartas, material corporativo) o sus extensiones a nuevos mercados (producción videográfica, música clásica, intervenciones artísticas). Toda esta faceta, que suele quedar fuera de la crónica pop (siempre centrada en Joy Division, New Order o Happy Mondays), aparece ahora, por primera vez, de manera diáfana y ordenada. El autor logra, además, un equilibrio certero entre la explicación formal y la concesión al anecdotario que es muy de agradecer. Si la acertada película 24 Hours Party People logró ofrecer un retrato fiel de lo que Factory supuso para la música popular en cuanto a la introducción de prácticas inéditas e insólitas hasta la fecha; este libro consigue
documentar plenamente el papel del sello en la profesionalización de un capitalismo adolescente. Refleja el titánico intento de trascender la inocencia DIY punk, para establecer una nueva regla del juego que hiciese viable la explotación de la cultura juvenil desde su propias filas (industrias adultas al margen) y controlada, en todas las fases del proceso productivo, por sus propios artífices. Un fascinante viaje, en suma, por un experimento empresarial insólito en el pop de todos los tiempos.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

el libro tiene una pintaza estupenda. habrá que hacerse con él (y más teniendo en cuenta que, como dicen, la mayoría de los diseñadores gráficos de los 80s lo fueron por intentar hacer portadas de discos).

gracias jóven! :)

Anónimo dijo...

Recomendación anotada. Voy por él. Ahora, ya te va valiendo (pero mucho) el "dimensiona el esfuerzo cultural"... Porque somos familia, que si no...

Karpov Shelby dijo...

El libro es increíble de verdad, tiene todo, todo. Muchos diseños asombrosos de singles y LPs y mil curiosidades. La edición es perfecta (es de esos libros gordos con fotos muy chulas). Y, sí, ya se que ya me vale, Doggy, pero ya ves que he enmendado el error. Cosas del directo...

De todas maneras, ¿qué sería de este boletín sin las karpovianas patadas al dicionario?

Anónimo dijo...

No si ya...

Anónimo dijo...

Pedazo de libro!!!!

Ese y el "Catalogue" de los Pet Shop Boys son dos JOYONAS que hay que tener. De hecho, el principal diseñador de las portadas de los PSB trabajó para Factory, con lo que hay una interesante interconexión entre ambos.

Sobre precios, la mejor forma de conseguirlos a través de la Net es utilizando el sitio Web de Waterstones (wwww.waterstones.co.uk)- haced una búsqueda en la Web para ver cupones descuento para esa macrolibrería y así os saldrán los gastos de correo gratis.

A título informativo, decir que en una muy reciente visita a Manchester vi los mismos libros en las tiendas físicas de Waterstones a 29.99 libritas - lo que marcan en la solapilla, aunque su precio por Internet es de 17 pounds, con lo que te ahorras una pasta.

Aaaaaaah, los misterios de la globalización y de las compras por la Net!!!!!

Anónimo dijo...

Yo lo compre en Glasglow este verano y es una pasada de libro!
Yo quiero ese disco de Durruti Column con portada de papel de lija para joder los que ponían a su lado en las tiendas!! Imprescindible.

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡ ATENCIÓN !!!!!

Este sábado Hafdis Huld en la sala Neu! de Madrid ... Así a simple vista puede parecer una modernez, pero su disco está bastante bien.

Si no me llega el aviso a través de un email, es que ni me entero !!!!!

Karpov Shelby dijo...

Mmmmm ... es como una mini-björk que intenta parecerse al perro del mar ¿no? amigo anónimo... A primera vista parece una modernez. Para más info (y ya completamos el spam):http://www.myspace.com/
hafdishuld