Bailongos, simpáticos y excelentes, Cohete están en una perpetua mutación que, a día de hoy, no parece tener final. Su mecano sonoro cuenta con un amplio repertorio de pequeñas piezas que se pueden colocar siempre en distintas posiciones. Así, la combinación Soft Boys + Patrullero + Detergente, que tanto se repite cuando se habla de ellos, aparece cortocircuitada por nuevos aires rítmicos, por guiños de footstomper moderno, por ramalazos de bailoteo un poco soulero y divertido. Y por elegantes fintas de nueva ola interrumpida que nos hacen, a quienes pedíamos menos cambio, tragarnos nuestras palabras. Las excepciones estilísticas de Cohete empiezan a ser parte de una personalísima visión y no de una pretendida complicación gratuíta. De nuevo con trompeta, cada vez menos cerebrales, cada día más divertidos, cada día más espontáneos han hecho de la tendencia al collage una extraña virtud. Como si quisiesen desdramatizar su inmensa pericia para hacer canciones, como si quisiesen presentar simpáticas paradojas pop y efectivas no-píldoras de pop. Como si quisieran obligarnos a escuchar con más atención y a mover la cabeza sin dejar de estar atentos.
Además, si vamos estrictamente al grano, Cohete el sábado dieron uno de los mejores conciertos que les he visto nunca. Relajados, ofrecieron su cara más amable a un público escaso (o es el Neu! muy garnde o parece que nunca haya mucha gente) pero con ganas de juerga y de escuchar canciones buenas y divertidas. El escenario amplio y el sonido de calidad les sienta muy bien, la verdad. Y sus canciones son cada vez mejores (la nuevas) y más divertidas (las ya conocidas). Excelente sabor de boca, ganas de más y mejor. Es obvio, están en racha. Lo van diciendo por las calles. Que graben ya el disco. Además ¿han visto la de veces que he escrito la palabra divertido en esta crónica? Pues tomen nota de ese detalle: es la clave del giro sonoro de Cohete.
Del resto de la velada, no puedo reseñar mucho más. Tras pasar por el espacio virtual de Elodio y los Seres Queridos, burdo ejercicio de travestismo de multinacional presumiblemente llamado al fracaso, desapareció la curiosidad por ver lo que tenía que ofrecernos. También me salté la velada de Djs de YoYo Industrias, que eran quienes organizaban el sarao.A cambio, pude saludar al afable y sensato bloguista amigo Joan Vich, en un encuentro breve pero agradable y simpático.
Y, de propina, recomendarles que pasen por su espacio para escuchar lo último de Jonston. El tercio restante de los (ya no tan) añorados Detergente tiene grabado su disco. Olvidado el disgusto aquel de su presentación en directo, se puede decir que Jonston ha vuelto a la senda del pop cristalino. El adelanto nos deja una producción primorosa (aunque aparentemente bastante power-popera), guitarras a lo Big Star, todo lujo de detalles y la preciosa voz del señor Jonston, brillando con su deliciosa lánguidez, augurando un buen LP de canciones de pop rotundo. Un sano sentido del sota-caballo-y-rey que hacen esperar un disco de pop español clásico y bien bonito.
Cohete + Elodio y los Seres Queridos tocaron el sábado 20 de enero en la Sala Neu! Club (c/ Galileo, 100) en la velada organizada por Yo Yo Industrias
4 comentarios:
hola! un placer!
Adhesión!
el anónimo de la negrita
me alegra tu adhesión anónimo de la negrita! No todo son maldades en este blog ¿ves?
Y sí, Joan un placer el saludo y el concierto
Cohete son un cohete SI! ah! y escuchen a Elodio sin prejuicios!
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