Que la música siga siendo perversa

Impredecibles, megalómanos, indescriptibles. Tocados por el genio, precedidos por una cantidad de leyendas imposible en los tibios tiempos que corren, autores de un cancionero fructífero, delirante y laberíntico, en el que el revival 60s encuentra agujeros para la sorpresa, animales de rock and roll... Presentamos hoy una crónica rock como dios manda, la narración directa y sentida de uno de los últimos conciertos de estos fenómenos; una crónica enviada por e-mail desde ésa ciudad pop que es Brighton y firmada por mi pintor actual más querido.

El lunes te intenté llamar como trescientas veces desde mi movil ingles para que pudieras escuchar en directo lo que estaba viendo pero no pude, chiqui. El espacio en el que me encontraba era, ni mas ni menos que el Concorde de Brighton, la sala donde llegan todos los conciertos mas potables de esta pequena ciudad.




Total, ahi estaba yo enfrente de 4 guitarras, un bajo una bateria y un puto pandereta en medio del escenario. No puedo todavía hoy contenerme y suspirar ante unos de los mejores y, de verdad, autenticos, autenticos si, conciertos que he visto en mi vida. La conclusion es... que se puede.



Se puede cuando hay voluntad, empuje y energía. Lo que no se es, de verdad, cómo pueden dar un concierto con tanto alcohol en el cuerpo... increíble. El pande, dos botellas de champan. el cantante dos cerves y media botella de absolut a palo seco, el guitarra tres cuartos de jack daniel. El otro de mas alla, 15 o yo q se cervezas, el bajista otras tantas y entre cancion y cancion, sí entre cancion y cancion, camel sin boquilla, pero sin excepcion... fumados de tres chupadas tio... alucinante. Bueno todo empezo con unos discretisssísssimos Clientele, que tanta gracia le hacen a Charlie Mysterio, y que, bueno, a excepción de la rubia que me plantaron en medio del escenario con cara de angel y cuerpo como para ir al infierno, y yo con ella claro, pues nada chico que no me parecieron nada del otro mundo. No calentaron nada y se quedó en algo muy, pero que muy, discretito. Y nada, vuelvo a suspirar, ahi al cabo de un buen rato salen los hijosdeputa estos tan seguros que te rompían. Y empezaron a hacer que nos elevaramos chico, yo creo que eso fue lo que me paso, que estaba a 10 cm. del suelo.

Son un milagro. Dejan a los Warlocks en pura anécdota, en chiquillos que hacen canciones largas para darle luego un repris final. Estructura que, por otra parte, funciona pero tienes que tener gracia para hacerlo.

Muy, pero que muy, buenos. Dos horas y media de reloj. Yo estaba extasiado. Me ha durado días el shock. Si van por ahi no lo dudes, de verdad. Cueste lo que cueste.

Son los putos Brian Jonestown Massacre.