Sorpresas que le dan a uno los virtuales videodromos modernos. Mientras disfruto, en estos días invernales, de las excelentes reediciones de la obra de los Times, lanzadas por Cherry Red, encuentro esta pequeña joya videográfica (circa 1983) en la que se ve a la personalidad de la tele primigenia haciendo el fugitivo. I helped Patrick McGoohan escape en versión video. Toda una delicia plena de anglofilia galopante.
Durante un breve lapso de tiempo (de 1982 a 1985 aproximadamente), los Times fueron un grupo que recogió como nadie la quintaesencia de lo británico. Para muchos, sus excelentes primeros LPs (Pop Goes Art! y This is London) pueden considerarse una parte esencial del revival mod ochentero. No obstante, una escucha atenta revela que van mucho más allá de todo aquello, puesto que la fascinación por lo brit no se limita, en el combo liderado por Ed Ball, a una repetición de formas y maneras musicales. Por el contrario, sus instantáneas de lirismo modernista, están dotadas de un fulgor chillón cargado de energía, vitalidad y cabreo.
En esos discos, Ed Ball y compañía, evocan el paraíso perdido del Swingin' London con minuciosa maestría, sin duda, pero también con autocrítica, desengaño y frustración. La contraposición entre la Era Dorada del Pop Art y la Inglaterra ochentera, ofrece unos frescos teñidos de desencanto punk y bastante cachondeo. A pesar de que grupo confiesa que, en la época, tan sólo deseaban facturar el disco de pop-art perfecto, hoy podemos ver hasta qué punto excedieron este planteamiento, dejando para la posteridad un excelso comentario (sarcástico, emotivo y evocador) de aquellas fantasías pop que albergaron las Islas, en las que las luces estroboscópicas se confundían con los scones y el te de las cinco. Después de 1985, las drogas, los vaivenes, Alan McGee, la locura de Creation harían que el combo se conviertiese en una cosa muy rara con discos muy feos... Pero en 1983 debían ser exactamente como refleja este vídeo.
En esos discos, Ed Ball y compañía, evocan el paraíso perdido del Swingin' London con minuciosa maestría, sin duda, pero también con autocrítica, desengaño y frustración. La contraposición entre la Era Dorada del Pop Art y la Inglaterra ochentera, ofrece unos frescos teñidos de desencanto punk y bastante cachondeo. A pesar de que grupo confiesa que, en la época, tan sólo deseaban facturar el disco de pop-art perfecto, hoy podemos ver hasta qué punto excedieron este planteamiento, dejando para la posteridad un excelso comentario (sarcástico, emotivo y evocador) de aquellas fantasías pop que albergaron las Islas, en las que las luces estroboscópicas se confundían con los scones y el te de las cinco. Después de 1985, las drogas, los vaivenes, Alan McGee, la locura de Creation harían que el combo se conviertiese en una cosa muy rara con discos muy feos... Pero en 1983 debían ser exactamente como refleja este vídeo.
8 comentarios:
hummm, suenan pero que muy bien. Sólo los conocía deoidas pero voy a ver si encuentro esas reediciones, bueno casi que los originales, puestos a buscar.....
Pues sí ... la época psycho-mod de The Times estuvo muy bien ... una pena que luego la cagaran de lo lindo en su fase psycho-dance ...
Bueno, es que la posterior carrera del señor Ball es una cosa zizagueante, irregular, extraña y bastante horrorosa.
Por cierto, creo recordar haber visto, en alguna cubeta, un disco en solitario de Ball de la era 90s de Creation. Uno que tiene una portada azul y sale una foto suya en plan crooner ¿alguien sabe qué tal está?
De lo mejor de este señor fuera de los 80 el star de teenage filmstars.
Pues el disco de los teenage filmstars que yo tengo es de los 90 y está bastante bien, es una copia de MBV muy conseguida.
joer, no había leido tu última frase, sorry.
entonces ¿ha llegado ya el "I helped Patrick McGoohan escape" que pedí? mmm... te veo mañana!
kis
Anda, es verdad! No, no ... sólo llegó uno (maldición). Hago una copia de inmediato. Y no, mañana es difícilq ue me veas. Pero vete a ver a Momus.
bueno, pues si no te veo mañana a ver si es el domingo viendo al Barça en Pontones...
iré a ver al Momus, aunque llega con un poco de retraso a Madrid ¿no? 20 años desde la última vez, creo.
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