10 octubre 2006

La tendencia está de nuestra parte


Resulta encomiable en estos tiempos de conectividad, usabilidad y navegabilidad seguir manteniendo la numantina fe en la letra impresa. Máxime cuando ésta, además, cuenta con un tamaño mínimo y rellena la página hasta casi desbordar los márgenes. El emblemático fanzine Mondo Brutto vuelve así, por sus fueros, con un especial tendencias modernas que contraviene los más esenciales principios de levedad mental, estupidez y cretinismo estructural que imperan en nuestra celtiberia cíber. La Mesa Nacional de MB se pone por montera, por tanto, las teorías que afirman que un bloguista es mil veces mejor que un fanzinero porque está más conectado y, pluma y papel en mano, ponen los puntos sobre las íes de las últimísimas costumbres impuestas, al tiempo que nos siguen ilustrando en las esencias de lo bizarro.




No hablaría yo aquí de un fanzine del que se ha dicho prácticamente todo si no fuese porque su último número linda lo excepcional. El MB número 36 ha sido una de las lecturas más e
stimulantes que ha podido hacer este despreciable cronista en los últimos tiempos, al menos en lo que se refiere a prosa underground. Poco se puede decir de una publicación que ha marcado, de manera decisiva, la historia de la prensa alternativa (si es que ha existido alguna vez eso) en España. El Mondo Brutto ha sido (y es) toda una institución cuya influencia contagia los más diversos ámbitos de la cultura popular de nuestro país. Irreverentes, estilosos, subversivos cronistas y obsesivos exegetas de la cultura trash, nadie puede negar lo merecido del estatus que gozan. Además, si no fuese por ellos ¿de qué viviría tanto pelafustán apuntado al machanguito de la cultura pajera? Muchos deberían haber enviado un jamón a su apartado de correos hace tiempo ya que, si comen de algún pesebre mediático, es gracias al género de periodismo bizarro que ellos inventaron en esta España pop por la que vamos dando tumbos.

Sin embargo, también es innegable que, en los últimos tiempos, MB había perdido parte de su gancho. Un exceso de información y demasiado formalismo contracultural nos embargaba cada cuatro o cinco meses, pero no nos sorprendía ni arrancaba esas demoniacas y sanísimas risas que siempre habían sido inherentes a la lectura de
este monumental fanzine. Tampoco encontrábamos tiempo para seguir unas recomendaciones que parecían demasiado autocomplacientes con la (siempre peligrosa) mística de Lo Pajero. Menos mal que había alguna perla de Martín Bellaco que nos hacía vibrar suelta entre artículo y artículo de oscuros brujos y biografías de bluesmen del missisipi... Bueno, pues resulta que todo esto ha cambiado en el nuevo número. Este especial representa un EXCELENTE REGRESO al mejor mondobruttismo; se trata de un número que devoras con fervor, que canibalizas... Para empezar, encontramos un brillante (y gigantesco) artículo-río sobre las Tendencias que reune lo mejor de ese humor costumbrista irreverente, anarquizante y vitriólico en el que son auténticos maestros. Los últimos comportamientos del español que se viste por los pies diseccionados en una pequeña tesis en la que se retrata a nuestro moderno vecino y su repentina afición por la enología, pero también nuestras pretensiones multimedia o la vocación de fashionistas de la que hacemos gala del último trimestre para acá. Magistral. El biopic de Mari Trini, una insuperable pieza de periodismo musical , una revisión magna de la figura de Marcial Maciel (fundador de los bizarros Legionarios de Cristo) o una entrevista con el escritor José María Mijangos (nada más leerla corrí a por el libro, como hacía en los buenos tiempos de MB) son los platos fuertes de un ejemplar al que no le falta de nada (Keneth Anger, Superhéroes negros, Gerardo Cartón, Rappel, Hanna Reitsch, Carmen Miranda... ¿hace falta continuar?) y que nos devuelve a Mondo Brutto en plenitud de facultades.

Toda una sorpresa, desde luego, que ratifica la insólita capacidad de reinvención de este legendario fanzine al que parece quedarle cuerda para rato. Muchos dirán ésto o aquello del nuevo número. Yo, que ya me lo he leído, sólo quería dejar puesto aquí para los que puedan tener pereza (el síndrome buf-otro-mondo-brutto-más) que no se hagan los remolones. A fín de cuentas lo que van a leer aquí supera, con creces, las paridas insulsas que leemos en ésta blogosfera donde pasamos los últimos días de nuestra contraculturalidad.


Pidelo en mondobrutto@mondobrutto.com o en la casilla de correos 50407, Madrid 28080


1 comentario:

Anónimo dijo...

Mañana voy a pillarlo!

He de confesar que tenía algo descuidado el Mondo Brutto últimmaente, pero mañana cuando vaya al centro lo pillo!

Por cieto, que la Web de Mondo Brutto está muy dejada ... Con lo que podría dar de sí !