12 septiembre 2006

Reválida indie


Por mucho que digan por ahí, las famosas r
edes sociales nunca podrán sustituir el contacto personal a la hora de descubrir música. A lo largo de nuestra vida van cayendo múltiples discos en nuestras manos, fruto de la suerte, el arte de birlibirloque o de una simple y feliz coincidencia. A pesar de ello, la mayor parte de las veces, suele ser algún amigo entusiasta quién los pone ante nuestras narices e insiste en que no debemos dejar pasar la ocasión. Si, cuando fuimos chavales, nuestro gusto hubiese dependido sólo del impersonal contacto cíber tal vez hoy escucharíamos esa especie de muzak impersonal que consiste en una versión licuada de casi todo. No digo yo que mi gusto sea especialmente bueno. Sólo digo que si tuviese que depender únicamente del audio streaming y de las redes P2P me estaría perdiendo esa porción enorme de casualidad y cariño que, al final, es la que le permite a uno maravillarse ante discos inesperados como éstos que me han puesto en suerte.


Y de asombro, maravilla y sorpresa es de lo que está hecha la música pop. Y de casualidades, recomendaciones y amigos que te ponen en las manos este disco o aquel single que, en ningún momento, hubieses esperado tener. Precisamente, gracias a una casualidad y a un kafkiano incidente en el que se vió envuelta la habitual comentadora de este blog, Francisca Pulla, el señor que atiende en la aduana del aeropuerto de Barajas, un cinturón de judo y el chiquito de la página de Microindie, llegan al hogar de Karpov un alijo de joyas fonográficas australianas. Birlibrloque, ya digo, que me permite conocer destellos de pura gloria. Si además añadimos que la entega del paquete, acompañada de ceremonia y clandestinidad, se produjo a lo largo de un laberíntico paseo por el barrio de Maravillas, ya tenemos esas aventuras a la vuelta de la esquina que son las que fijan los discos al recuerdo. Pero bueno, no me voy a poner pesado y ya cuento qué tal los discos... Ya saben, los Guanchinai que grabaron para aquel sello de Tromso...



Bart & Friends, I was lonely 'til I found you (Library 2000).- Atmosférico, dulce e intimista... con unas guitarras que insisten en el raca-raca jangly que, usted lector y yo, podemos reconocer en cualquiera de esas canciones de las que tanto hablamos. Una vocecilla, unas melodías que se trenzan, una preciosa y básica instrumentación... este breve disco de siete canciones lo tiene todo para enamorar al oyente. Desde que suenan los primeros compases de How can you tell me you love me? uno ya sabe que volverá a dar a PLAY en cuanto el disco llegue al final. Si además cuenta con curiosidades como la versión de Boredom de unos primeros Buzzcozks (disponible esta semana en el Club del Single Shelby, por cierto) o algo tan atípico como una versión de los Magazine, ya se pueden imaginar que estamos ante una atípica peculiaridad. Por cierto, en la filas de la formación miembros de Cat's Miaow , Hydroplane o, los ayer citados , Lucksmiths.



The imaginary friend, Letters Home 7" y Whimsy 7" (Drive-In, 1996 .- Estos dos singles son una verdadera delicia. Una maravilla de la que sólo se pueden hacer idea si piensan en los LPs de Devine & Statton y multiplican por mil su encanto, las canciones hermosas y las presentan condensadas en dos diminutos singles. Posiblemente de las cosas más increíbles que han pasado por el tocadiscos karpoviano en los últimos meses. Liegros acentos folkies, una voz femenina ensoñadora, mínima instrumentación, una versión de Robert Scott (Hear from you) y una auténtica maravilla Brighton Beach Postcard (una de las canciones más bonitas que yo haya escuchado nunca). Dos disquitos que pueden llegar a obsesionar y tenerte toda la tarde viendo como gira el vinilo, mientras el tiempo se deshace entre las notas de estas cuatro canciones. Porque, y esto es lo más insólito, son apenas cuatro canciones.



Joyas, casualidades, sorpresas, secretos, tanta tontería... ¿no era esa la esencia del indie-pop? Sí, sí... ya se, esto queda muy lejos de los tentáculos de las redes sociales, depende de la casualidad, no es fácil, ni accesible, carece de conectividad alguna, uno puede no enterarse de nada de esto. Sí pero, recuerden por un momento aquella época en la que ustedes no sabían casi nada de los músicos que tocaban esas tonadas deliciosas o de esa otra en la que cazaban fotos de los Pastels con cazamariposas. Acuerdensé de que la música les gustó, un día, por ser inaccesible, secreta, misteriosa. O porque alguién que apeciaban les dió una cinta o un vinilo en un sobre sin nada escrito. Piensen en eso y diganmé si, luego, pueden mirar igual las 40,000 canciones que se han bajado de MySpace.





11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro mucho que te gustaran las joyonas, y me alegro más aún de ver que están en un buen hogar ...

Por otra parte ... se abre la veda para organizar un pedido conjunto y masivo a Cherry Red. Mandadme las listas cuando las tengáis!!!

Karpov Shelby dijo...

Sí, sí Federica... y todavía habría mucho que decir del disco de Robert Cooper o de los de Monograph y del de Pacific Radio, que también me han encantado.

Pero lo que son estos tres, me han dejado anonadado.

Anónimo dijo...

Oye, ¿y eso de Chery Red es también para los chicos de la periferia?

Lo mismo el 23 nos acercamos a ver a los Cohete...

Anónimo dijo...

Lo de Cherry Red es una especie de kunda que ya hemos organizado varias veces para hacer pedidos masivos (y económicos) a los sellos. Está abierto a todo el mundo!

Porcierting, el cartero acaba de traerme el Raw Eggs the los Bats ... un CD que vende Rob Scott con las demos de su último CD y rarezas... es MARAVILLLLLLLOOOOOOOSSSSOOOOOOOOOO.

MJ dijo...

Tengo un 7" de The Imaginary Friend que no es ninguno de esos dos y me encanta. No sabía que eran australianos.

Anónimo dijo...

hola:
Unas dudas sobre discos de Cherry Red.
1-¿Qué tal está el recopilatorio de The Wolfhounds?
2-¿podeis dar pistas sobre Rev-Ola, que reediciones merecen más la pena? El 2º de chuck and mery perrin cae fijo, pero hay otras chiquillas que no controlo...
-------
Se agradecerá Cualquier recomendación

Unknown dijo...

Yo recomiendo vivamente de Rev-Ola el CD de The Merry Go Round, el disco de Nick Garrie. Lo de los hermanos Perrin es acierto seguro. Yo me pediré lo de Evie Sands.

Y de RPM todo lo de la divina Jackie para quien no lo tenga todavía. Pero Federica es quien se sabe el catlogo de memorieta

Anónimo dijo...

El disco de Nick Garrie es increíble. Yo voy tomando nota de todo.

Anónimo dijo...

Bueno... de Rev Ola ... es que me gusta TODO ... así imprescindible, imprescindible ... el de Roger Nichols and the Small Circle of Friends ... Los dos de Chuck and Mary Perrin ... el de The Sunshine Company ...los de Eternity's Children ... Ufff !!!

Karpov Shelby dijo...

Bueno y el de los Belfast Gypsies es garage bizarro ja, ja (no, no ese que no lo pida nadie)

Anónimo dijo...

Siempre coincidiendo, mi querido Karpov. Los imaginary friend son algo increible, y esa cancion que citas es de otro mundo, sin duda. Tienen efectivamente otro single igual de recomendable.
En cuanto a Cherry red NADIE deberia perderse el recopilatorio de los Servants, es GRANDIOSO. Un abrazo