
Desde la Tremolina eléctrica rebotan una propuesta no por típica menos exenta de complicaciones: escoger nuestras películas favoritas. Antes de acometer esta tarea, habría que aclarar que mi relación con el cine ha oscilado siempre entre la fascinación y la impaciencia. Ambos sentimientos dificultan realizar la típica lista, pero permiten la evocación de algunos momentos a medio camino entre el sabor del veneno y el de las palomitas.

Pero, en general se puede decir que siento un moderado interés ante ciertos aspectos del hecho cinematográfico; sobre todo aquellos que se vinculan a lo aleatorio del recuerdo fílmico, a las secuencias inconexas sedimentadas en la memoria y a su capacidad de fascinar, una vez liberadas del peso muerto que imponen argumentos, tramas o diálogos... Así que allá van unos recuerdos mal ligados y algunos sueños de celuloide...


Es imposible no coincidir con el Sr. Tremolina a la hora de escoger El Apartamento, tal vez la única película que ha sabido retratar con absoluto acierto un tipo de desconcierto urbano más barato que la melancolía pero que a la larga resulta más caro que la tristeza. Y hay algo en su capacidad de descubrir cómo la vida moderna está fundamentalmente cimentada en cosas que no se mencionan que hace que se empareje de manera irremediable y natural con Terciopelo Azul. Por otra parte esta última es, a mi juicio, la mejor película juvenil de todos los tiempos. La mejor obra sobre el pop, sobre la excitación, la maldad, la atracción por lo oculto y el tránsito por los lados salvajes. Siempre más cercanos a la valla del jardín de nuestros vecinos de lo que podría parecer.

Anomalías que son tan cercanas que a veces se confunden, mezclando el amor fou, la tontería y la aceleración mental en una vorágine irreconciliable. Como sucede en las fugas narradas en Al final de la escapada y en Pierrot le fou. Películas en las que uno no deja de reconocer una cierto ideal juvenil, no aunque no sin un cierto sofoco a estas alturas. También es inevitable no sentir una cierta tristeza, recordando estas películas, ante un mundo en el que los arquetipos pop no tienen más opción que la resistencia pese a que ésta no les lleva más que al agotamiento y la desaparición.
También creo que debería mencionar aquellas otras icursiones en los terrenos de la inteligencia que son El Bazar de las Sorpresas, con su peculiar manera de revelar y

Y faltaría una última película, para completar una lista que es muy difícil no dejar incompleta. Tal vez debería ser Ciudadano Kane, la escogida; y tal vez por ser la más totalizadora y la más triste y la más cinematográfica ya que es la única que nos hace ver que el cine no es más que un intento de fijar aquello efímero que se va perdiendo (esos Rosebuds acumulados en los almacenes de nuestra mente) para salvarlo sin éxito. Y que son esas imágenes dispersas, aleatorias y

7 comentarios:
A Shelby no le gusta el ciiiine, a Shelby no le gusta el ciiiine...
Bueno, tal vez no sea una lista de peliculas cool, como para presentarse de critico a Cale 13, botibol, pero no me dirás que no has vibrado con ese inmenso dramón que es Picnic (pelicula muy Austrohungara además, tanto en el fondo como en la forma)que no me lo creo.
Jejeje...ya sabia yo que Karpov Shelby tenía un dram interno con las imágenes en movimiento, por eso le incluí en el Meme..Por cierto, que su selección es impecable y la suscribiría gustoso.
Popr cierto, el sueco este de la tesis sobre el C86 me ha dado permiso para traducir su escrito y publicarlo en la web.
No, si yo lo decía sobre todo por picar, bueno, y también porque se ve cierto desinterés por el medio, es un poco como si a una persona que le interesa el pop así por encima le preguntas sus 10 discos preferidos y te dice uno de los Beatles, otro de los Rolling, uno de Nirvana, etc, pues está bien, pero es de poco mojarse.
Mi lista va ser de las cool,y no solo para dármelas de enteradillo, si no porque cuando te mola mucho algo pues vas buscando sus expresiones mas emocionantes, como te pasa a ti con el indie y otras obsesiones, vaya.
Y no he visto Picnic, pero me la apunto, estoy totalmente de acuerdo en lo de Terciopelo Azul y en general con lo que dices de las pelis ,alejado de las fórmulas del cinéfilo.Si hay algo que he aprendido es que mola hablar de cine casi con cualquiera menos con un cinéfilo.
Pero bueno, ya os vale. Solo por elegir Odd Man's Out yo ya me suscribo hasta las listas de la compra de Karpov. Mi lista es esa peli del número uno al 10.
Y qué me dices de Tela de Araña de Vincente Minnelli, de Gene Tierney en Laura o en Que el Cielo la Juzgue; Historias de Philadelphia, de cualquiera de la trilogía de Harry Palmer con Michael Caine, de Él de Buñuel, Ensayo de un Crimen, La Noche Americana ....
¿Por qué coño he caído en este blog?
David Mimo es un "pobrehombre"
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